En el artículo ¿Cómo se hacen las radiografías de cuerpo entero en mascotas?, Carlos Moya y Ramón Sever hablaban de cómo posicionar correctamente al paciente para hacer las radiografías de cuerpo entero. En el presente artículo los autores se centran en cómo evaluar el estado de un órgano o aparato en concreto.
La radiología en la exploración del tórax
De forma rutinaria, se suelen realizar dos radiografías como mínimo, perpendiculares entre sí. Las proyecciones más utilizadas son la LL (tanto derecha como izquierda) y las VD o DV.
Sistema cardiaco
Se realizan cuando sospechamos de una enfermedad cardiaca en un paciente. Para realizar una buena placa deberemos tener en cuenta varios factores:
- La posición lateral será de modo que el animal esté tumbado sobre su lado derecho.
- Las extremidades anteriores se estirarán cranealmente para evitar que el tríceps entre en el campo torácico.
- El haz de luz deberá coincidir aproximadamente sobre la quinta costilla.
- En la proyección dorsoventral, el animal se colocará en decúbito esternal con los codos desplazados cranealmente. El haz de rayos se situará a nivel medio y un poco por detrás de las escápulas.
Aparato respiratorio
Los rayos deben abarcar todo el tórax y hay que centrar el haz de luz a la altura de la silueta cardiaca. Es recomendable obtener la radiografía en inspiración, cuando queda el diafragma por detrás de la vértebra T11. De esta manera, los pulmones aparecerán lo más radiolúcidos posible y evitaremos diagnósticos erróneos de lesiones del pulmón (patrón bronquial, patrones intersticiales, patrón alveolar y patrón vascular).
Aparato digestivo
Para realizar una placa de abdomen en proyección LL, colocaremos al animal en decúbito lateral (mejor el derecho) de forma que el haz de luz incida más o menos por detrás de la última costilla, traccionando caudalmente de las extremidades posteriores. En animales muy obesos que tiendan a inclinarse, se podrá colocar una almohadilla debajo de las extremidades que reposan sobre la mesa. En la proyección VD, el animal se colocará en decúbito supino, de forma que el haz de luz incida a la altura de la 2ª vértebra lumbar. En situaciones de urgencia, a veces las radiografías son la primera prueba que se emplea para decidir si se necesita de un tratamiento médico o quirúrgico (dilatación/vólvulo gástrico, cuerpo extraño, neumoperitoneo, piometra o torsión esplénica).
La radiografía en la exploración ortopédica
Las radiografías para la exploración del tórax que se realicen a pacientes ortopédicos deben ir siempre acompañadas de la historia y la exploración física. En la mayoría de las ocasiones, las dos proyecciones estándar (ventrodorsal y laterolateral) son suficientes para determinar el problema. Son poco frecuentes las proyecciones oblicuas o de estrés para ayudar a definir la lesión. Se deben realizar siguiendo una técnica adecuada, ya que de lo contrario podríamos obviar lesiones. Para ello, muchas veces se suele requerir la sedación del paciente. En estos casos, es muy útil que el ATV disponga en la sala de rayos de cordones, cuñas de gomaespuma, etc. para traccionar de las extremidades sin utilizar las manos y alejarse del haz de rayos X. No se debe utilizar la radiografía para evaluar la gravedad de un problema ni para justificar tratamientos clínicos. La gravedad de los cambios de una enfermedad degenerativa articular es difícil de predecir en una radiografía. Se pueden apreciar cambios no cartilaginosos como son los osteofitos pero no cuando es erosiva como en una enfermedad articular inflamatoria, que puede ser muy grave.
Revelado
El revelado se debe realizar en una habitación oscura (con una luz de seguridad) que tiene que estar limpia, seca y a prueba de luz. El procesado de la película se puede hacer manualmente o de manera automática mediante la utilización de máquinas. Si se trata de un revelado manual, normalmente se utilizan tres líquidos que van en este orden: revelador, fijador y lavado. Para un buen revelado, deberemos tener en cuenta:
- Los líquidos deben estar a la misma temperatura (templados).
- Cuanto más se aumente la temperatura de éstos, menos tiempo tardará el revelado.
- Si se hace manualmente, al sacar la placa del líquido de revelado deberemos mirar a través de la luz de seguridad (luz roja) para ver cómo ha salido. Esto puede ocasionar que el líquido actúe más en una zona que en otra al desplazarse por la placa, de forma que pueden aparecer “efectos”.
- Las placas hay que mantenerlas limpias, bien almacenadas, porque si no puede que sean atacadas por hongos, lo que provocará que también salgan efectos en las radiografías.
- Si el chasis no está bien cerrado o en el cuarto oscuro de revelado penetra mucha luz, la placa se puede velar.
Extraído de: Carlos Moyá, Ramón Sever, Claves para realizar buenas radiografías, Ateuves 9, pps. 26-35.
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