En 2009 fuí voluntaria en una protectora especializada en hurones y semanalmente iba al veterinario, donde empezó a despertar mi chispa de querer vivir mi día a día en una clínica. Años después viví la mala experiencia de acompañar, con todo mi desconocimiento, a mi Golden Dama a superar una piometra, tumores de mama, metástasis, quimio… y me dije, yo quiero estar al otro lado y ayudar a pacientes como ella.
Clientes con y sin seguro para su mascota, ¿recomendamos?
Tienes un perro o gato al que nunca le ha pasado nada, y te hace pensar, ¿para qué un seguro? Pero llega ese día y las pruebas suben un pastizal, y aunque lo puedas pagar, ¿no habría sido mejor gastar menos?
Con un perro o gato “pupas” tener seguro es la mejor opción; pero lo suyo es aconsejarlo desde que es cachorro. A lo mejor en 8 años no se usa, pero luego es necesario, la tranquilidad de que si pasa algo estará cubierto. ¿De aquí 10 años sabes cómo y dónde vas a estar? Este es un punto importante a la hora de buscar un seguro que garantice que va a estar ahí durante toda la vida de la mascota y no ponga pegas cuando más se necesita.
Clientes, su antes y después con seguro
Inicialmente no les importa la parte económica, solo que su pequeño esté bien. Pasa algo y ya están en la puerta, les da igual el presupuesto, te dejan hacer. Tener un seguro fomenta que, al mínimo síntoma o sospecha, acudan al veterinario. Elegir un seguro que no proponga clínicas concertadas te asegura poder ir donde y cuando quieras: al veterinario habitual, a un centro de urgencias, o una visita a domicilio.
Por una diarrea, una torcedura, ¡una picadura! Los clientes sin seguro esperan que mejoren en casa y luego vienen tarde, cuesta más remontar, más días de hospitalización, y por esperar se acaban gastando más que si lo hubieran traído el primer día. El cliente con seguro acude el primer día, el animal no sufre y todos salen beneficiados: paciente, cliente y clínica. En el caso de una enfermedad crónica, el seguro, si es bueno, va a cubrir los tratamientos necesarios y las visitas y pruebas de seguimiento.
En el mercado hay infinidad de seguros. Siempre será recomendable elegir uno que cubra todos los gastos en caso de enfermedad o accidente: visitas, pruebas, análisis, radiografías, medicamentos, cirugías, en resumen, todos los gastos imprevistos. Debemos recomendar aquél que vaya a dar una buena atención posventa. Conviene comparar y fijarse en cuál es más eficaz a la hora de reembolsar los gastos.
Recomendar un seguro no solo es por la calidad de vida del animal, que tendrá una asistencia veterinaria rápida, sino que cuando debo tratar con un cliente que tiene seguro de mascotas, todo resulta mucho más fácil: nos permite hacerle las pruebas necesarias para llegar a un buen diagnóstico y que el animal reciba el tratamiento necesario desde el primer momento. Al saber que el seguro les va a cubrir gran parte del coste, los clientes acceden a todo y no tienen problemas a la hora de pagar: esto me facilita la relación con el cliente y al final del día no añadimos tanto estrés a nuestro trabajo. Ojalá todos los clientes tuvieran seguro.
Y luego, además, hay seguros que cubren ¡hasta las limpiezas dentales! Incluso un servicio de urgencias telefónica 24 horas para sus clientes.