Cómo se realiza un electrocardiograma

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El electrocardiograma (ECG) es la representación gráfica de la actividad eléctrica del corazón durante las diferentes fases del ciclo cardiaco. Cada parte del electrocardiograma se origina en un área concreta del corazón, anatómica o fisiológica.

Esta prueba se utiliza para medir el ritmo y la regularidad de los latidos cardiacos y también el tamaño y la posición de las cámaras del corazón.

Un electrocardiograma no debe nunca interpretarse de forma aislada sino como complemento diagnóstico de un caso clínico, ya que los electrocardiogramas nos aportan información sobre la actividad eléctrica pero no sobre la actividad mecánica del corazón.

Hay que realizar un electrocardiograma siempre que se sospeche de la existencia de una patología cardiaca o cardiopulmonar y en otros casos como:

  • Exámenes prequirúrgicos.
  • Chequeo geriátrico.
  • Patologías que puedan causar problemas cardiacos secundarios (insuficiencias renales, obstrucciones urinarias, síndrome de Cushing, linfomas…).
  • Enfermedad periodontal.
  • Enfermedades purulentas (piómetra, piodermatitis).
  • Choque, coma, estupor, desmayos y convulsiones.
  • Trauma torácico.

El electrocardiógrafo

El electrocardiograma

Figura 1. Equipo monocanal.

Es la herramienta con la que obtenemos una lectura. Actualmente en el mercado los pode­mos encontrar de diferentes calidades (analógicos, digitales, monocanales, tricanales…), pero en esencia constan todos de las mismas partes (figura 1):

  • Electrodos: dispositivos que conectamos al animal a través de los cuales obtenemos la información eléctrica del corazón.
  • Canal/es: zona de salida de la lectura del electro (representación gráfica de la actividad eléctrica cardiaca).
  • Panel de mandos: a través de los mismos podemos controlar diferentes parámetros que afectan a la obtención de la lectura eléctrica cardiaca:
  1. Filtros: un electro puede tener uno o varios filtros para eliminar o reducir al máximo las interferencias eléctricas.
  2. Centrado: esta aplicación permite mantener la línea base del electro en posición central.
  3. Sensibilidad: permite relacionar las dimensiones del papel milimetrado con el voltaje.
  4. Velocidad: seleccionamos la velocidad de salida de papel a través del canal.

Claves para la realización  de un ECG

Recordemos que la base de su realización es la misma para perros y gatos.

Ambiente

Cuando se obtiene una lectura de ECG es muy importante minimizar la actividad alrededor del paciente para que esté lo más relajado posible. Hay que proporcionar una superficie cómoda para que el paciente se tumbe sobre ella; se puede utilizar una alfombra o material de goma siempre que sea posible. Es imprescindible que sea una superficie no conductora para evitar interferencias eléctricas.

Posicionamiento

El electrocardiograma

Figura 2. Cómo sujetar a un animal correctamente
para hacer un ECG.

El paciente ha de encontrarse en décubito lateral derecho con las extremidades perpendiculares al cuerpo y ligeramente separadas. La persona que lo sujeta se sitúa frente al dorso del animal, pasando su brazo derecho sobre el cuello del paciente y colocando un dedo entre las extremidades para evitar que se toquen. Con la mano izquierda se sujeta de forma similar las extremidades traseras. Los animales con dificultad respiratoria o animales en estado crítico pueden no tolerar esa posición y la única opción es realizar el ECG en decúbito esternal o estación. Cuando el animal no se encuen­tra en decúbito lateral derecho, el ECG puede emplearse para evaluar el ritmo y los intervalos pero puede no ser preciso para las mediciones de amplitud de ondas o detección de los patrones de agrandamiento de las cámaras (figura 2).

Colocación de los electrodos

El electrocardiograma

Figura 3. Detalle de las pinzas de cocodrilo.

Una mala colocación de los electrodos puede provocar errores significativos en la interpretación del ECG. Actualmente, en el mercado disponemos de varios tipos de electrodos (pediátricos, ventosas, adhesivos…), pero sin duda los más comunes en veterinaria son las pinzas de cocodrilo (figura 3).

A las pinzas de cocodrilo se les suele limar o aplanar los dientes para que sean menos traumá­ticas para los pacientes. Esta operación se debe realizar con cuidado, ya que se pueden limar o aplanar demasiado y provocar una reducción de su capacidad de fijación. Estas pinzas se pueden encontrar en tamaño pediátrico para utilizarlas en pacientes de pequeño tamaño.

Los colores de los cables del ECG siguen un código internacional. Es el que nos indica la zona en la que los tenemos que posicionar en el animal. En medicina veterinaria hablaremos siempre de 5 electrodos (en humana se usan 10, porque miden las ondas precordiales de forma rutinaria).

  • Rojo: extremidad anterior derecha.
  • Amarillo: extremidad anterior izquierda.
  • Negro: extremidad posterior derecha.
  • Verde: extremidad posterior izquierda.
  • Blanco: el neutro, se puede colocar en cualquier zona del paciente siempre que no contacte con los demás cables. Realmente, en perros y gatos no es necesaria su colocación, pero en algunos equipos, de no posicionarlo en el animal, puede dar lugar a una mala lectura.

A la hora de posicionar los electrodos deberemos usar alguna solución o gel de contacto para asegurar una buena conducción eléctrica. Se suele emplear alcohol o gel especial para electrodos. El inconveniente que existe con el alcohol es que se evapora con bastante rapidez, por lo que si va a llevar tiempo es recomendable utilizar gel para no tener ningún tipo de problema durante la realización del electrocardiograma.

El electrocardiograma

Figura 4. Para sujetar las pinzas al animal hay que tener cuidado con el exceso de pelo.

Tanto con el gel como con el alcohol debemos tener cuidado y utilizar sólo el necesario porque si utilizamos demasiado se puede extender y originar contactos indeseables.

Los electrodos deben colocarse por debajo de los codos en las extremidades delanteras y por debajo de las rodillas en las extremidades traseras. En animales de pelo largo tendremos espe­cial cuidado; debemos asegurarnos de que los electrodos están en contacto directo con la piel y no sólo con el pelo (figura 4).

Antes de iniciar el registro es muy importante comprobar que los electrodos están bien colocados.

Determinación de variables

Ya se han mencionado con anterioridad:

  • Sensibilidad. La sensibilidad estándar es de 1 mV=1 cm y sirve para la mayoría de los electrocardiogramas, aunque se puede variar a 1 mV=0,5 cm y 1 mV=2 cm.
  • Velocidad. La velocidad estándar es de 50 mm/s aunque también se usa con frecuencia la de 25 mm/s.

Seguimiento de la prueba y recogida de información

En el ECG hay que indicar:

  • El posicionamiento del animal.
  • El uso (o no) de filtros.
  • La sensibilidad y la velocidad utilizadas.
  • En caso de sedación, el anestésico y la dosis empleados.
  • También debemos indicar si el paciente se mueve, estornuda, tiene temblores musculares, jadea o cualquier otra incidencia para que no surja ninguna equivocación y se pueda pensar que existe algún problema cuando sólo ha sido un pequeño movimiento.

Toda esta información se reflejará en el registro de la prueba, junto con los datos del paciente y la fecha de realización de la misma.

Extraído de Laura Riveira Balseiro, El electrocardiograma, Ateuves 57, pags. 20-22.

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