La glándula tiroidea produce hormonas que tienen efectos sobre casi todos los tejidos del organismo. Por lo tanto su mal funcionamiento puede producir una amplia variedad de signos que afectan a diversos órganos.
En primer lugar es importante hacer un breve resumen recordatorio de la anatomía y función de la dicha glándula para facilitar la comprensión del diagnóstico y de la causa de los síntomas que se producen por su mal funcionamiento.
Anatomía y función de la glándula tiroidea
La glándula recibe su nombre de la palabra griega thyreoeides o escudo, debido a su forma bilobulada. La tiroides está anatómicamente ubicada sobre la tráquea y ligeramente por debajo de la laringe. En condiciones anatómicas normales está integrada por dos masas diminutas.
La tiroides participa en la producción de hormonas, especialmente de tiroxina (T4) y triyodotironina (T3). Estas hormonas regulan el metabolismo basal y afectan el crecimiento y grado de funcionalidad de otros sistemas del organismo. El yodo es un componente esencial tanto para la T3 como para la T4. La tiroides también sintetiza la hormona calcitonina, que desempeña un papel importante en la homeostasis del calcio. La tiroides está controlada por el hipotálamo y la pituitaria.
Las hormonas tiroideas tienen efectos sobre casi todos los tejidos del organismo. Aumentan la termogénesis y el consumo de oxígeno y son necesarias para la síntesis de muchas proteínas, de ahí que sean esenciales en los periodos de crecimiento y para la organogénesis del sistema nervioso central. También influyen sobre el metabolismo de los hidratos de carbono y de los lípidos. La T4 se convierte en T3 en los tejidos periféricos. La T4 constituye el 93 % de las hormonas metabólicamente activas y la T3 el 7 %.
La secreción de hormona estimulante de la tiroides (TSH) está regulada básicamente por la retroalimentación negativa que ejercen las hormonas tiroideas sobre la hipófisis, aunque también por factores hipotalámicos como la hormona liberadora de tirotropina (TRH).
Funciones de la tiroxina
Una de las principales hormonas que produce la tiroides es la tiroxina. Tiene dos efectos en el cuerpo:
1Controla la producción de energía: la tiroxina es necesaria para mantener la tasa metabólica basal a un nivel normal. 2Participa en el crecimiento: mientras la hormona del crecimiento estimula el aumento del tamaño, la tiroxina hace que los tejidos vayan tomando la forma apropiada a medida que van creciendo. Es decir, la tiroxina hace que los tejidos se desarrollen en las formas y proporciones adecuadas.Hipertiroidismo e hipotiroidismo
El hipertiroidismo es un proceso multisistémico resultante de la excesiva producción y secreción de tiroxina por parte de la glándula tiroides, lo que lleva a un aumento de la tasa metabólica.
Los gatos pueden padecer este proceso al envejecer. De hecho, es a partir de los 8 años de edad cuando comienzan a aparecer casos. Como contrapartida, el hipotiroidismo o disminución de la función tiroidea, es poco frecuente en felinos.
Como dato de interés, hay que destacar que los perros no la padecen con tanta frecuencia como los gatos; cuando se observa un caso de este tipo suelen ser tumores en un 95-98 %. En los cánidos, lo que observamos frecuentemente en la edad adulta es el caso contrario, es decir, el hipotiroidismo (disminución en la producción de hormonas tiroideas).
El porqué se produce esta enfermedad (patogenia) es todavía incierto. Se han postulado factores inmunológicos, ambientales, infecciosos, nutricionales o genéticos.
Al ser la endocrinopatía más común que afecta a gatos en edad geriátrica, el hipertiroidismo es una enfermedad que se debe tener en cuenta cuando se controla un gato de más de 8 años, y es recomendable incluir en las analíticas una valoración sérica de la función tiroidea.
No se ha registrado predisposición sexual pero, por lo que respecta a las razas, estadísticamente se ha visto que siameses e himalayos la padecen con menor frecuencia.
- Función de las hormonas tiroideas
- – Mantienen el equilibrio del medio interno gracias a la regulación de la homeostasis metabólica.
– Regulan el crecimiento y el desarrollo corporal.
– Actúan en la síntesis y la degradación tanto de proteínas como de grasas.
– Aumentan el consumo de oxígeno.
– Regulan la temperatura del cuerpo.
– Sintetizan vitaminas a partir de los carotenos.
– Son esenciales para el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Extraído de: Victoria Carolina Calcagno, Hipertiroidismo felino, Ateuves 35, pág. 30-34.
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