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]]>Los agapornis, también conocidos como inseparables o pájaros del amor, tienen un tamaño algo mayor que los periquitos (llegan a medir hasta 17 cm y a pesar aproximadamente 45 g). Estos animales provienen de África, tienen un precioso colorido, pueden vivir cerca de 20 años y su cría en cautividad no tiene demasiadas complicaciones. Existen varias especies, pero las más fáciles de encontrar en los comercios son: Agapornis roseicollis (inseparable de cara rosa), Agapornis personata (inseparable enmascarado) y Agapornis fischeri (inseparable de Fischer).
Su proceso de domesticación es lento, ya que necesitan adaptarse primero al ambiente donde viven para poder empezar a acostumbrarse a su dueño después. Un agapornis no aprende a hablar, aunque emite bastante ruido, pero sí es fácil de adiestrar para tareas simples y divertidas como hacer sonar objetos.
Como casi todos los loros, los inseparables son aves sociables por lo que, si su dueño no les presta atención, se aburren y pueden llegar a padecer estrés. Sin embargo, si el propietario les facilita toda la atención que se merecen, no necesitará comprar una pareja.
Mucha gente piensa que los agapornis no pueden vivir solos y que, además, son monógamos y si un miembro de la pareja desaparece, el otro puede llegar a morir de pena.
Es cierto que la relación que establecen estos animales con los individuos del sexo opuesto es estrecha, lo que hace que sean conocidos como “aves del amor”. Incluso pueden llegar a ser agresivos con otras aves que no sean su pareja. A pesar de la leyenda, existen muchos casos de agapornis que han perdido a su compañero y no han manifestado problemas de salud de ningún tipo.
En el Reino Animal existen muchas especies monógamas, como el cisne y el cóndor. De este último se dice que, cuando es la hembra la que muere, su pareja vuela hasta grandes alturas para dejarse caer.
Pero no son sólo las aves las que hacen gala de este sentimiento de fidelidad extrema, ya que aproximadamente el 5 % de los mamíferos, entre ellos los lobos, también prefieren tener una única pareja.
La explicación a esta forma de actuar la tienen un par de hormonas, la vasopresina y la oxitocina que, al ser liberadas en zonas específicas del cerebro, inducen la monogamia. El bloqueo de éstas, por su parte, convierte a otras especies en polígamas.
Artículo original: ¿Puede morir de pena un ave tras perder a su pareja? Ateuves nº 8, pp. 47
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]]>La entrada Hospitalización de aves: aspectos a tener en cuenta aparece primero en Ateuves, para el auxiliar veterinario.
]]>La presencia de aves y otros animales exóticos es habitual en las consultas veterinarias. Las particularidades anatómicas y fisiológicas de las aves hacen que en ocasiones la medicina veterinaria aplicada a estos animales difiera mucho de la clínica habitual de perros y gatos, y que puedan ser necesarias unas condiciones especiales de hospitalización.
La hospitalización de aves en estado crítico debe realizarse en incubadoras, para un aporte de calor suplementario.
Las clínicas que trabajen habitualmente con aves deberían disponer de una o varias jaulas de distintos tamaños donde poder alojar las que deban ser hospitalizadas. El tamaño de la jaula debe ser el suficiente como para que el pájaro pueda moverse con normalidad y no se rompa las plumas.
Las jaulas deben ser de materiales inoxidables y de fácil limpieza. Una jaula de hospitalización hecha de plástico duro o metal solo con reja en la parte anterior evita corrientes de aire y da más sensación de seguridad al animal. Una reja en el suelo de la jaula evitará que el paciente entre en contacto con sus deyecciones y los restos de comida. Los loros son las aves más habitualmente mantenidas en cautividad y, por su instinto de destrozar todo lo que está al alcance de sus poderosos picos, debemos contar con jaulas metálicas resistentes que eviten su fuga.
Las jaulas de hospitalización para perros y gatos con unas pequeñas modificaciones pueden servir para alojar a aves.
El alojamiento de aves en estado crítico debe realizarse en incubadoras, ya que el aporte de calor es uno de los factores clave en la recuperación. Si no se dispone de incubadoras, un foco de calor proyectado hacia la jaula puede ser útil.
Pichón de cacatúa sanguínea (Cacatua sanguinea) hospitalizado en una incubadora con una percha dónde posarse y la comida a su alcance.
La mayoría de los pájaros ornamentales no se encuentran cómodos encima de una superficie lisa, por lo que hay que facilitarles perchas o ramas elevadas donde puedan posarse. También dentro de la incubadora debe buscarse algún método para que el paciente disponga de una percha donde se sienta cómodo. Deben ser de fácil limpieza y desinfección, y adecuadas al tamaño de la pata del ave. El uso de perchas metálicas está contraindicado.
La jaula debe disponer al menos de dos o tres comederos y bebederos resistentes y de fácil limpieza, que puedan encajarse bien y que el animal no pueda volcar. Es importante colocarlos cerca del ave de forma que puedan ser alcanzados por ella fácilmente, para así estimularla a comer. Si un pájaro está en el suelo de la incubadora sin poder subirse a la percha, deberemos ponerle los comederos junto a él, en el mismo suelo. Por otro lado, un ave que se mantenga encima de la percha puede ser reacia a alimentarse si los recipientes se encuentran en el suelo, por lo que habrá que situarlos a su alcance.
Las jaulas deberían ponerse a la altura del pecho o de los ojos de las personas, ya que si se disponen en el suelo, las aves se sienten inseguras. Se recomienda minimizar la presencia de gente y la manipulación del animal para reducir el estrés.
La mayoría de las aves en la naturaleza son presas de diversos depredadores, y en la clínica pueden estresarse mucho por el olor, el ruido o la visión constante de perros y gatos a su alrededor. Las características ideales del lugar donde hospitalizar un ave son las siguientes:
Una correcta alimentación y un buen aporte de agua son indispensables para que el ave hospitalizada se recupere adecuadamente.
Alimentar a un ave hospitalizada (o sana) con una dieta rica y variada favorece un buen estado de salud.
La alimentación de las aves puede variar mucho de una especie a otra, y por eso deberemos informarnos de cuál se trata exactamente y de la dieta que debe recibir en cautividad. La mayoría de las especies de aves mantenidas como animales domésticos son granívoras, aunque también podemos encontrarnos con pájaros insectívoros, frugívoros, carnívoros, etc. Por ejemplo, los loros en cautividad cubren bien sus necesidades con una ensalada variada de frutas, verduras, legumbres y una mezcla de semillas. Actualmente el mercado ofrece también piensos formulados completos para loros, aunque muchos animales no están acostumbrados a comerlos.
Preguntar sobre las preferencias de la dieta de un ave al propietario puede ahorrarnos muchos dolores de cabeza, ya que algunos pájaros pueden ser especialmente caprichosos. No es extraño que al obtener la respuesta del dueño nos demos cuenta de que el animal está recibiendo una dieta desequilibrada. Aunque así sea, al principio de la hospitalización deberemos ofrecer al ave lo que quiera comer, para que lo ingiera y así poder salvarle la vida. Cuando su salud esté recuperada ya tendremos tiempo para modificar la dieta. Probablemente el veterinario ya estará corrigiendo con el tratamiento las posibles deficiencias nutricionales.
Cada día deberíamos pesar a las aves hospitalizadas, puesto que la monitorización del peso nos ayudará a evaluar la evolución del animal.
Los alimentos perecederos no consumidos o sus restos (como la fruta) deben retirarse de la jaula a las pocas horas, para evitar que el animal los ingiera en mal estado.
Las aves deben tener siempre a su disposición agua limpia y fresca. El agua debe cambiarse cada vez que esté sucia, y especialmente en verano, ya que el calor facilita el crecimiento bacteriano.
Algunos pájaros no acostumbrados a beber agua del grifo pueden presentar diarrea y es necesario suministrarles agua mineral.
Como mínimo, una vez al día debería limpiarse completamente la jaula de hospitalización retirando todos los restos orgánicos y desinfectándola, en la medida de lo posible. Una persona puede ocuparse de la limpieza de la jaula en el momento en que el animal ha sido capturado para el tratamiento. Al limpiar la jaula es importante prestar atención a la presencia de las heces y de restos de comida, ya que esto nos indicará si el pájaro está comiendo y digiriendo correctamente.
Una vez terminada la hospitalización conviene limpiar a fondo la incubadora y/o la jaula utilizadas, retirando todos los restos orgánicos y aplicando los desinfectantes adecuados para dejarla lista para el próximo paciente.
Las aves tienen un sistema respiratorio más sensible que el de los mamíferos, por eso conviene tener precaución con el uso de ciertos desinfectantes y detergentes, especialmente en ambientes cerrados (como incubadoras o pequeñas habitaciones), ya que la inhalación de humos o gases tóxicos puede matar al paciente.
Con las aves, igual que con cualquier otro animal con una posible zoonosis (enfermedad potencialmente transmisible a humanos), es aconsejable el uso de guantes y mascarillas para su limpieza o manipulación.
Es importante observar las aves hospitalizadas varias veces al día para controlar si comen y beben, la apariencia de las heces, su actitud, etc. En el caso que el animal no esté comiendo ni bebiendo, deberemos informar al veterinario responsable o anotarlo en la ficha de hospitalización para que pueda suplementar el tratamiento con fluidoterapia y alimentación forzada.
Algunas aves pueden sentirse cohibidas a comer delante de la gente o en ambientes desconocidos.
Un pájaro, cuando está enfermo, aparece embolado (con las plumas ahuecadas), apático, no quiere comer, pasa gran parte del tiempo durmiendo y, en casos graves, no muestra atención a la presencia de personas o a la actividad a su alrededor. Un incremento en el consumo de comida, en la actividad del animal y en el nivel de atención a los estímulos externos es un buen indicativo de evolución favorable del paciente.
Para la captura y manipulación de aves con garras o picos poderosos se recomienda el uso de toallas. Los guantes de cuero solo deben emplearse para el transporte de rapaces de cetrería acostumbradas a posarse encima de estos.
Las heces de las aves contienen tres partes diferenciadas:
Los cambios en la coloración, consistencia o cantidad en alguno de estos componentes de las heces pueden ser indicativos de patologías y ayudar a la valoración de la evolución del paciente, debiéndose anotar y notificar al veterinario responsable.
Puede haber ciertas particularidades en cada caso que nos hagan modificar levemente las condiciones de hospitalización de las aves:
1Las especies pequeñas de pájaros son más sensibles a la hipotermia y a los cambios bruscos de temperatura, como también lo son a la inanición, por lo que debe prestarse especial atención a estos factores. 2Los loros socializados y acostumbrados al trato con humanos pueden beneficiarse del contacto con el personal de la clínica para sentirse más seguros, como si se tratara de su grupo social. 3Algunos loros, al estar más recuperados, pueden agradecer que se les proporcionen juguetes o ramas para destrozar como entretenimiento. 4Para los pájaros muy asustadizos, en caso de no disponer de jaulas de hospitalización, es recomendable cubrir todos los lados con una sábana o una toalla, dejando solo descubierta la parte frontal.La actitud adormilada y el aspecto despeinado y sucio del plumaje de este inseparable de cara de melocotón (Agapornis roseicollis) son signos de enfermedad.
Artículo original: Roger Domingo Ollé. Aspectos a tener en cuenta en la hospitalización de aves. Ateuves n.º 1, pp. 40-43
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]]>La entrada Barritas para pájaros Zolux aparece primero en Ateuves, para el auxiliar veterinario.
]]>Están ideadas especialmente para la alimentación complementaria de las aves domésticas y elaboradas según recetas destinadas a colmar las necesidades específicas de cada especie. No incluyen colorantes, conservantes ni azúcares añadidos y favorecen el mantenimiento del pico. Están envasadas en un saquito que conserva la frescura, preserva su calidad y las protege de los insectos.
Cada pack contiene dos junquillos equipados con un gancho plástico que permite colgar la barrita fácilmente en la jaula.
Para más información: Comercial Dimac – www.dimac.es – www.zolux.com
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]]>La entrada Características de los ingredientes de la dieta para psitácidas aparece primero en Ateuves, para el auxiliar veterinario.
]]>A grandes rasgos, los ingredientes de los que disponemos para alimentar a las aves son: fruta, verdura, frutos secos, cereales y/o semillas e insectos.
Tabla 1. Composición nutricional de algunos nutrientes esenciales en las variedades de fruta doméstica (en materia seca excepto humedad). (clic en la imagen para agrandar)
Es un ingrediente que las psitácidas suelen consumir sin problema. Aun así, la fruta destinada al consumo humano aporta esencialmente azúcares fácilmente digestibles (que la hacen altamente palatable) y agua. En cambio, los niveles de proteína y fibra son bajos, así como la concentración de minerales y vitaminas (tabla 1). La mayoría de las frutas presentan niveles deficientes de calcio (Ca) y una proporción Ca:P inversa.
Aunque también contiene una gran cantidad de agua, suele aportar mayores niveles de proteína y fibra que la fruta. Los niveles de Ca son bajos y, en general, aportan una proporción Ca:P inversa (tabla 1).
En este grupo incluiríamos las lechugas y similares, acelgas, espinacas, etc. Aunque también contienen elevados niveles de agua, son una buena fuente de fi bra, proteína, algunos minerales como hierro, manganeso o calcio y de vitaminas liposolubles, básicamente A (en forma de b-caroteno) y E (tabla 1).
Sin embargo, hay que recordar que algunas variedades de verdura de hoja como las espinacas, las acelgas, el brócoli o la col no se deberían ofrecer a diario. Esto es debido a su contiendo en oxalatos (compuestos que quelan el calcio y reducen su asimilación en el organismo) y/o bociógenos (compuestos que interfieren en el metabolismo del iodo).
En general, contienen valores elevados de proteína y grasa. Son pobres en agua pero ricos en minerales (cobre, hierro, manganeso o cinc), vitamina E y vitaminas del grupo B. Son, además, altamente energéticos y resultan una buena fuente de ácidos grasos esenciales (omega 3 y omega 6).
Según las características nutricionales de este grupo, la cantidad de frutos secos dependerá de las particularidades de cada especie. Por ejemplo, el requerimiento de grasa estimado para un Amazona sp. es menor que el que necesita un Ara sp., y éste a su vez es inferior al de un Anodrhynchus hyacinthinus; por ello, el tipo y las cantidades de frutos secos en la dieta de cada una de estas especies deberá ser diferente. Debemos recordar que una de las enfermedades nutricionales que más comúnmente afectan a las psitácidas cautivas es la obesidad.
Los cereales aportan una gran cantidad de carbohidratos, cuyo componente esencial es el almidón. Son pobres en agua y ricos en grasas insaturadas (linoleico y oleico) y en proteína (McDonald et al., 2002). Aun así cabe mencionar que la proteína de los cereales es deficiente en algunos de los aminoácidos esenciales como la lisina y la metionina. Además, son deficientes en calcio y aportan una proporción Ca:P inversa.
Los niveles de vitaminas son, en general, bajos (tabla 1).
Proporcionan buenos niveles de proteína de origen animal, cantidades elevadas de algunos minerales como el hierro o el zinc y de vitaminas del grupo B. Sin embargo, tienen elevados niveles de grasa y son deficientes en calcio, aportando una proporción Ca:P inversa.
Estos alimentos los encontramos generalmente en tiendas especializadas. Hay que pensar que no todos los piensos son adecuados para cada ave. Existen distintas gamas según las necesidades nutricionales y fisiológicas (generalmente crecimiento, mantenimiento o reproducción) de varios grupos de especies (como pequeñas psitácidas, loros, guacamayos). Es importante leer y entender la composición nutricional del producto, puesto que esa información nos permitirá decidir cuál es el producto que necesitamos.
Un pienso adecuado debería aportar a la dieta una base nutricional constante en el tiempo, que nos permita compensar las posibles deficiencias nutricionales de los otros ingredientes de la dieta.
En general, la cantidad de pienso será inversamente proporcional a la calidad nutricional del mismo. Sin embargo, no se recomienda ofrecer una dieta basada únicamente en pienso puesto que es importante tener presente los aspectos comportamentales de las psitácidas. Cabe recordar que, en libertad, las psitácidas suelen consumir una amplia variedad de alimentos y destinar gran parte de su tiempo a la búsqueda de estos.
Cada ingrediente debería ofrecerse en las proporciones adecuadas teniendo en cuenta factores como la estrategia alimentaria de la especie (tabla 2) y los nutrientes aportados.
De igual modo, resulta útil controlar las cantidades de alimento no consumido, que nos indicarán si el ave selecciona unos ingredientes frente a otros. Esta selección suele realizarse utilizando criterios como el sabor, el color, la textura o el contenido en grasa, entre otros, que no tienen por qué proporcionar una dieta equilibrada.
La cantidad de alimento total dependerá de la energía diaria que necesite nuestra ave y la densidad energética de la dieta que reciba. Cuanto más energética sea la dieta, menor cantidad deberá recibir el animal.
El grupo de las psitácidas consume en libertad dietas variadas. Por lo tanto, las dietas en cautividad deberían proporcionar en la medida de lo posible la oportunidad de realizar el máximo de conductas alimentarias.
Finalmente, se aconseja ofrecer los alimentos de manera que se puedan manipular y repartir la dieta en, como mínimo, dos tomas al día.
Una buena alimentación es esencial para garantizar un buen estado de salud y una buena calidad de vida. Por ello, es aconsejable asesorarse correctamente por profesionales especializados y garantizar así que la dieta ofrecida es la adecuada para cada especie.
Cada ingrediente debería ofrecerse en las proporciones adecuadas teniendo en cuenta factores como la estrategia alimentaria de la especie y los nutrientes aportados.
Extraído de: Rodríguez, A. y Marquès, H. Características de los ingredientes de la dieta para psitácidas. Ateuves nº 21, pp. 14-19
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]]>La entrada Problemas de comportamiento habituales en psitácidas aparece primero en Ateuves, para el auxiliar veterinario.
]]>Las psitácidas son aves que establecen relaciones sociales complejas por lo que necesitan vivir en un ambiente que les proporcione los estímulos necesarios para mantener un comportamiento lo más natural posible. Cuando algo falla aparecen los problemas. Dos de los más habituales son la ansiedad por separación y los celos.
En estos animales, precisamente aparece un trastorno conocido como ansiedad por separación. Un trastorno mucho menos estudiado que en perros, y provocado por la excesiva dependencia del ave hacia su dueño, de tal manera que se inquieta cuando este se va o simplemente, cuando lo traslada a otra habitación. Esta situación lleva al animal a realizar conductas destructivas y vocalizaciones excesivas, cuyo fin principal es captar la atención del propietario.
También se da el caso de que el ave sólo tolere a una persona. Esta alteración se origina cuando interacciona únicamente con un miembro de la familia, ya sea por miedo, desinterés o imposibilidad de relacionarse con el resto. Este hecho se evita en los criaderos, ya que siempre alimentan a los polluelos un mínimo de dos personas. En estos casos el propietario puede ignorar el problema debido a que el ave se mostrará dócil y cariñoso con él, pero ante situaciones que requieran la interacción con más personas se puede manifestar el trastorno y mostrarse agresivo.
De manera similar los celos pueden aparecer cuando existe un apego excesivo, y pueden tener varios focos. Si el ave se encuentra exageradamente vinculado a un miembro de la familia, mostrará celos hacia el resto de miembros, principalmente con conductas agresivas como picotazos o erizando las plumas y abriendo el pico. Pero los celos pueden estar también focalizados hacia otras mascotas que vivan en la casa. En estos casos el ave no tolera que otra especie esté en su territorio e interaccione con sus congéneres (hay que tener en cuenta que en ese momento considera a la especie humana como propia). Las aves de gran tamaño pueden llegar a producir graves lesiones con el pico; pero también hay que contar con la reacción de la mascota agredida (especialmente si es un perro o un gato).
Pero hablando de convivencia, puede ser que el ave tenga miedo al estar con otra especie por la cual puede ser depredada (por ejemplo, gatos, aves de presa, etc.). Ante esta situación sólo caben dos posibilidades:
1. Evitar este tipo de convivencia
2. Dependiendo de la otra especie, intentar un acercamiento progresivo y supervisado entre ambas mascotas de manera que puedan estar en la misma habitación sin que ninguna de ellas se sienta amenazada.
En ocasiones, pueden aparecen alteraciones de tipo reproductor, siendo el resultado de un estado de frustración sexual. Surge cuando el ave elige como pareja sexual al miembro de la familia al cual tiene mayor apego, dirigiendo hacia él su instinto reproductor y llegando incluso a realizar rituales de cortejo. Ello le genera ansiedad ante una necesidad no satisfecha, lo que le conduce a agresividad y frustración, que merma a largo plazo su salud.
Extraído de: Silvia Fernández Martín y Anna García Garrigós. Problemas de comportamiento habituales en psitácidas. Ateuves 53, pp. 14-16.
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]]>La entrada Curso de manejo y clínica de animales exóticos para auxiliares técnicos veterinarios aparece primero en Ateuves, para el auxiliar veterinario.
]]>La entrada Curso de manejo y clínica de animales exóticos para auxiliares técnicos veterinarios aparece primero en Ateuves, para el auxiliar veterinario.
]]>La entrada ATV en la clínica de aves de compañía aparece primero en Ateuves, para el auxiliar veterinario.
]]>El profesor del curso es José María López Cerezuela, licenciado en Veterinaria, que se dedica a la medicina de aves, reptiles y pequeños mamíferos desde 1997. Ha trabajado como veterinario de un centro de cría y exhibición de aves rapaces durante seis años, estuvo al cargo del servicio de animales exóticos del Instituto Mediterráneo de Endoscopia de Castellón y durante cinco cursos fue profesor asociado de Medicina de Aves en la Facultad de Veterinaria Universidad Cardenal Herrera-CEU de Valencia.
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]]>El profesor del curso es José María López Cerezuela, licenciado en Veterinaria, que se dedica a la medicina de aves, reptiles y pequeños mamíferos desde 1997. Ha trabajado como veterinario de un centro de cría y exhibición de aves rapaces durante seis años, estuvo al cargo del servicio de animales exóticos del Instituto Mediterráneo de Endoscopia de Castellón y durante cinco cursos fue profesor asociado de Medicina de Aves en la Facultad de Veterinaria Universidad Cardenal Herrera-CEU de Valencia.
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