Es importante ser muy cuidadoso en la recogida de muestras para microbiología ya que los cultivos mal recogidos pueden identificar agentes contaminantes y llevar a diagnósticos incorrectos.

La muestra debe ser representativa del proceso patológico que se va a estudiar y la cantidad recogida debe ser suficiente para asegurar un examen completo y adecuado. Es muy importante ser precavido en la recogida de la muestra, ya que los cultivos mal recogidos pueden identificar agentes contaminantes y llevar a diagnósticos incorrectos, mientras que una muestra bien recogida puede llevar a un buen diagnóstico final. El valor de los cultivos microbiológicos depende en gran parte de cómo se toma, se guarda y se envía la muestra. Consideraciones generales a tener en cuenta: La toma de muestras debe realizarse antes de iniciar el tratamiento con antimicrobianos, ya que éstos interfieren en su posterior aislamiento. En el caso de que esta norma no se pudiera cumplir es necesario que se informe al laboratorio de los antibióticos que está recibiendo el paciente para realizar un correcto antibiograma. La toma de muestras debe realizarse en los lugares donde sea más probable encontrar el microorganismo con la menor contaminación posible, para ello conviene:

• Descontaminar adecuadamente la piel antes de la extracción de un líquido estéril corporal (líquido cefalorraquídeo, sinovial, pleural, articular…) con alcohol o yodo.
• Utilizar técnicas que eviten áreas con flora bacteriana normal.
• Recoger la muestra en el estadio de la enfermedad más apropiado (picos febriles, diarreas, cistitis, etc.).

Las muestras deben recogerse en cantidad suficiente para permitir un examen completo; deben colocarse en recipientes estériles o torundas con medio de transporte (depende del tipo de muestra) y enviarse al laboratorio lo más pronto posible. Si por el contrario la muestra para cultivo no se pudiera enviar en el día es imprescindible, en la mayoría de los casos, refrigerarla salvo excepciones que comentaremos más tarde. Las muestras deben estar debidamente identificadas con el tipo de muestra y la especie, puesto que de ello depende el tipo de medios de cultivo a utilizar por el laboratorio.

Extracción para dermatofitos

Se debe limpiar el área cutánea afectada y tomar raspados y/o arrancar pelos de los bordes activos, ponerlos en un contenedor estéril, y enviar a temperatura ambiente. La mejor muestra son los pelos fluorescentes a la lámpara de Wood. Este tipo de cultivos casi siempre requieren un tiempo considerable para su crecimiento e identificación, por lo que es muy probable que antes de 21 días no se obtengan resultados.

Recogida de líquido cefalorraquídeo (LCR)

Se debe recoger la muestra en tubos estériles como los de suero vacío. El envío ha de ser inmediato, no se debe refrigerar y si no se procesa en el momento hay que dejarla a temperatura ambiente, a excepción de que busquemos virus, en cuyo caso se refrigerará máximo 24 h o si no se congelará a –70 ºC.

Hemocultivos

La indicación clásica para obtener hemocultivos es la sospecha de bacteriemia o septicemia en pacientes con o sin foco aparente de infección. Un hemocultivo es un cultivo microbiológico de la sangre. Es un método diagnóstico en medicina empleado para detectar infecciones que se transmiten a través del torrente sanguíneo. No es aconsejable extraer la sangre del catéter, ya que puede estar colonizado por bacterias y, por tanto, dar falsos positivos. Para una correcta extracción debemos aplicar yodo en la zona de punción y dejarlo secar al menos un minuto. Se deben utilizar guantes estériles para una mayor asepsia. Siempre la extracción debe coincidir con los picos de fiebre y es recomendable para su estudio que se extraigan otras dos tomas separadas por una hora entre cada una.

Líquidos estériles

Como ejemplos podemos citar: líquido sinovial, ascítico, pleural, pericárdico, peritoneal, etc. La punción se debe realizar de forma aséptica con aguja, jeringa y guantes estériles, y desinfectar previamente la zona de punción. Una vez tomada la muestra hay que expulsar las burbujas que se hayan podido formar e introducir el líquido en un tubo de EDTA para evitar la formación de coágulos al realizar la citometría y la citología, en uno de heparina para bioquímica y en tubo de suero vacío estéril para posibles cultivos.

Fluidos

Como ejemplos podemos citar: lavado broncoalveolar, aspirados transtraqueales, etc. Para el cultivo de este tipo de muestra se recomienda su recogida en frascos estériles como los de orina y con una gran asepsia. En caso de escasez de muestra recogerla en un tubo de suero vacío estéril.

Orina

Se debe recoger en un frasco estéril. La recogida puede ser:

• Micción espontánea: si se puede lavar meticulosamente la zona y aclarar en abundancia. Despreciar la primera parte y recoger el resto en un frasco estéril evitando tocar los bordes o el interior.
• Sondaje: se realizará en condiciones de asepsia a la hora de colocar la sonda, y una vez tengamos orina en la bolsa pasaremos parte de esa orina a un frasco estéril.
• Cistopunción: se debe utilizar aguja, jeringa, guantes y frasco estéril. Una vez realizada la punción y recogida la orina en la jeringa hay que verter el contenido en el frasco estéril. Esta opción es la más recomendada para cultivo en el campo veterinario.

Muestras en anaerobiosis

La anaerobiosis es la capacidad de algunos organismos para vivir sin oxígeno, por lo que las muestras se deben obtener, al igual que todas las muestras para cultivo, en las mayores condiciones de asepsia, pero con el agravante de que no puede existir aire en la recogida. Para ello se recomienda utilizar aguja y jeringa y no hisopos, ya que la exposición de la muestra al efecto del oxígeno y la desecación pueden alterar el resultado. Si por el contrario se produjera aire en la recogida, debe expulsarse por completo.

Extraído de: Irene Ceza Muñoz y Paula Rodríguez Campos, con la colaboración de Javier Birlanga Urban, Toma y manejo de muestras (2ª parte), Ateuves 21, pág. 26-39.