Urgencias en Halloween: cómo evitar una auténtica “noche de miedo”

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¿Cuáles son las precauciones que deben tomar nuestros clientes para no acabar con su mascota en urgencias en Halloween?

La víspera de Todos los Santos se ha convertido en una celebración muy popular, en la cual las costumbres anglosajonas del “truco o trato” y los disfraces han ganado terreno a la tradicional conmemoración por las almas de los difuntos más mediterránea.

Pero dejando aparte la eterna discusión de si Halloween o Todos los Santos, lo que sí es muy importante es explicar a los propietarios de animales de compañía qué precauciones tienen que tener en cuenta en esta noche especial para no acabar con su perro o su gato en el servicio de urgencias del centro veterinario más cercano. Las “chuches”, los disfraces y los petardos y cohetes pueden causar muchas complicaciones…

Comer lo que no se debe: una de las más frecuentes urgencias en Halloween

En la víspera del día de Todos los Santos hay dos “productos” que perros, gatos y otras mascotas pueden ingerir y que pueden resultar muy peligrosos.

Cuidado con las “chuches” para personas

Urgencias en Halloween: el chocolate es tóxico para las mascotasSi en Halloween se sale por el barrio en busca de dulces, lo más recomendable es hacerlo sin la mascota. Pero si finalmente vuestros clientes quieren que les acompañe (un perrete disfrazado es una monada que hay que enseñar al vecindario…) es fundamental, para empezar, que tomen precauciones para evitar que se pierdan. No hace falta recordar la obligatoriedad del microchip, pero tampoco hay que olvidar accesorios como correas, collares y chapas identificativas.

Aunque el aspecto que queríamos comentar en este apartado es otro: que no les quiten ojo y vigilen lo que sus animales comen en estas celebraciones. Como muchos de vosotros ya sabéis, algo tan delicioso para los humanos como el chocolate, por ejemplo, es muy perjudicial para los perros por su contenido en teobromina. El organismo canino es mucho más sensible que el nuestro al azúcar, así que debe evitarse que los perros consuman dulces y golosinas. Y esto incluye las que tienen edulcorantes, ya que el xilitol, uno de estos compuestos artificiales, es tóxico para ellos.

Los gatos son bastante más sibaritas a la hora de escoger lo que comen, pero también sería conveniente no dejar a su alcance ninguna bandeja de caramelos, bombones o cualquier otra chuchería y, además, tener mucha precaución para que no salgan a la calle esa noche y acaben comiendo en otro sitio lo que no se les ha dejado comer en su casa.

NO se deben dar chuches de personas a perros y gatos, muchas son tóxicas para ellos Clic para tuitear

Disfraces sí, gracias, ¡pero bien escogidos!

Las urgencias en Halloween por comer lo que no se debe no solo se limitan a intoxicaciones, también podemos encontrarnos con problemas de obstrucciones del aparato digestivo o neumonías por aspiración como consecuencia de que las mascotas ingieran partes pequeñas de disfraces como botones, lazos, adornos… Es divertido disfrazarse y disfrazar a la mascota, pero hay que escoger materiales que no puedan romperse con facilidad en trozos pequeños y disfraces que no lleven elementos que se puedan ingerir o aspirar de forma accidental.

Por otra parte, no hay que perder de vista que el disfraz que se escoja debe respetar el bienestar del animal: hay que evitar máscaras que le dificulten la respiración o puedan molestarle en los ojos, así como trajes que les impidan moverse con comodidad. Ante cualquier señal de que el animal no se encuentra a gusto, hay que quitarle inmediatamente el disfraz.

 

Miedo a los petardos y otros ruidos fuertes

La noche de Halloween no es extraño que se lancen petardos o cohetes, o que el nivel de ruido de la celebración suba muchos decibelios y resulte un poco estresante (gritos, música, el timbre de la puerta sonando una y otra vez…). Muchos animales de compañía tienen fobia a los ruidos fuertes y si ese es el caso de nuestro paciente hay que recomendar al propietario que intente mantener a su mascota alejada de ese tipo de manifestaciones festivas.

Si el estruendo es inevitable se les puede preparar un “lugar de seguridad” (el mismo en el que habitualmente descansa es un buen sitio) lo más aislado posible, donde se encuentre a gusto mientras duren los ruidos. Desde luego, si un perro tiene miedo a los petardos o a las aglomeraciones de gente, no hay ni que plantearse sacarlo a la calle la noche de Halloween.

Explica a tus clientes qué problemas pueden conducir a su mascota a urgencias en Halloween para que puedan disfrutar de la fiesta y sepan cómo mantener a sus animales alejados del peligro.

1 comentario

  1. Pingback: Cómo conseguir que las mascotas no se estresen en Halloween - Ateuves, para el auxiliar veterinario

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