Cómo preparar al paciente para una ecografía abdominal

0

La ecografía es una técnica de diagnóstico no invasiva que se ha convertido en una herramienta de gran utilidad en la clínica diaria. Nos permite evaluar la arquitectura interna de los principales órganos del abdomen.

La ecografía consiste en la emisión de ondas sonoras o ultrasonidos que penetran en el cuerpo. A su paso por los tejidos son devueltas en forma de “ecos”. Estos ecos regresan de nuevo al transductor y allí son transformados en impulsos eléctricos, que son enviados a una pantalla donde se visualizará la zona explorada en diferentes tonos de grises. La intensidad de brillo de los puntos depende de la velocidad con que los ecos atraviesan los tejidos y de su densidad.

Preparación del paciente

La ecografía es un método no invasivo, por lo que salvo excepciones (animales muy nerviosos o doloridos) no vamos a necesitar sedar al animal. En cualquier caso, es importante que el paciente colabore en la exploración, por lo que tenemos que intentar reducir el estrés en la medida en que sea posible. Aumentamos el confort si, por ejemplo, utilizamos una superficie acolchada en lugar de apoyarlos directamente sobre la mesa. La habitación debe estar en penumbra para visualizar mejor la pantalla del ecógrafo, y para evitar interferencias debemos apagar los aparatos electrónicos.

En la práctica, detalles como la manera en la que subimos a los animales en la camilla pueden ser fundamentales, sobre todo en perros de tallas grandes. La forma estándar consiste en colocar al animal en estación paralelo a la mesa, sujetando una persona el tercio anterior y otra el posterior, aprovechando el impulso de subida para tumbarlo en un movimiento coordinado directamente sobre un costado. Lo ideal es que durante este proceso el propietario sujete la cabeza, puesto que así evitaremos golpes y el animal se sentirá más tranquilo y confiado. Puesto que las extremidades con las que el perro hace fuerza para levantarse son las apoyadas sobre la mesa, son éstas las que nos debemos asegurar de sujetar con mayor firmeza. El siguiente paso es colocarle boca arriba (decúbito supino), postura en la que generalmente se realizan las ecografías abdominales. Las extremidades anteriores se sujetan a la altura de los codos y las posteriores en los tarsos. Si el animal está muy inquieto a veces resulta útil dejar que se mueva durante un momento sin llegar a soltarle, puesto que en cuanto perciben que no se trata de una técnica dolorosa se acaban relajando.

El contenido gaseoso del intestino produce una reflexión máxima de los ecos (hiperecogénico). Como se produce un bloqueo total de los mismos, la imagen de la región situada inmediatamente por debajo no puede verse, ya que no llegan ondas de ultrasonido. Este fenómeno (artefacto) se conoce como “sombra acústica”.

El contenido gaseoso del intestino produce una reflexión máxima de los ecos (hiperecogénico). Como se produce un bloqueo total de los mismos, la imagen de la región situada inmediatamente por debajo no puede verse, ya que no llegan ondas de ultrasonido. Este fenómeno (artefacto) se conoce como “sombra acústica”.

Para optimizar la calidad de imagen que vamos a obtener, es conveniente reducir los artefactos. Si vamos a realizar un estudio ecográfico completo del abdomen, lo ideal es rasurar el área que comprende desde el final del esternón hasta las mamas inguinales, acercándonos a ambos laterales todo lo que sea posible. Además, para que exista un mejor acoplamiento entre la sonda y el animal, humedecemos la piel con alcohol y utilizamos un gel conductor (especiales de ecografía). De esta manera se evita que exista aire entre ambas superficies y el transductor se desliza sobre el abdomen con mayor facilidad.

Conviene solicitar al propietario que traiga a su mascota sin orinar, para que la vejiga de la orina se encuentre llena y así podamos valorar correctamente sus paredes y contenido. Si esto no es posible podemos administrar suero intravenoso o diuréticos, para forzar la producción de orina.

Es aconsejable que los animales estén en ayunas de 12 a 24 horas antes de realizar la prueba,  para disminuir así la cantidad de gas en el tracto gastrointestinal, que impide la visualización del resto de estructuras. En el caso en que haya que utilizar un contraste digestivo antes de realizar una ecografía abdominal, sólo podemos utilizar compuestos yodados. Los contrastes de bario están contraindicados, puesto que bloquean el paso de los ecos.

¿Cómo se realiza una ecografía abdominal?

La ecografía realiza cortes tomográficos del abdomen. Según cómo coloquemos el transductor sobre el abdomen vamos a obtener principalmente dos planos de corte: longitudinal, paralelo al eje mayor (columna vertebral) del animal y transversal, perpendicular a ese eje mayor. Según cómo coloquemos el transductor sobre el abdomen, así nos vamos a orientar en la pantalla. La parte superior de la imagen muestra la zona más cercana a la sonda, que en ecografía abdominal se corresponde con la zona ventral del animal. La parte inferior se corresponde, por tanto, con la región más alejada (zona dorsal).

Cuando realizamos un corte longitudinal, la izquierda de la imagen se va a corresponder con la parte más craneal del abdomen y la derecha con la más caudal. Cuando el corte es transversal, la izquierda de la imagen en la pantalla corresponde con el lado derecho del animal y la derecha con el lado izquierdo.
Ecografía abdominal

La ecografía debe siempre realizarse de manera sistemática y ordenada, para no dejar ningún órgano o región sin explorar. Casi todos los ecografistas realizan un barrido inicial en circular en el sentido contrario a las agujas del reloj, que comienza por el abdomen caudal. En esta zona se valoran la vejiga de la orina, los ganglios ilíacos, el colon, el cuerpo del útero en las hembras y la próstata en los machos. Desde ahí se continúa por el lateral izquierdo del abdomen del animal, visualizando el riñón y la glándula adrenal izquierda, el área ovárica en las hembras y el bazo. El siguiente paso es el abdomen craneal, para lo cual se coloca el transductor debajo de la quilla del esternón para visualizar el hígado (con vesícula biliar) y el estómago. Desde ahí se continúa hacia el lado derecho del abdomen donde se puede ver principalmente el riñón y glándula adrenal derechos, el duodeno y el área pancreática. El último paso del estudio es un barrido por el abdomen medio, para visualizar las asas intestinales y nódulos linfáticos. En el caso de los machos no debemos olvidarnos de valorar los testículos.

Para estudiar cada órgano debemos realizar barridos del mismo en los dos planos ecográficos (longitudinal y transversal) y en todo su recorrido.

Extraído de: Pilar Xifra Rubio y Sara I. Serrano García, Ecografía abdominal, Ateuves nº 17, págs. 24-33.

Leave A Reply

Pregunta anti-spam Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies