¿Cuándo hay que sospechar que un paciente es infeccioso?

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A diario acuden a nuestros centros pacientes con diversas patologías y hay que extremar las precauciones en aquellas mascotas en las que se sospecha de un proceso infeccioso.

Con cualquier paciente que acuda a un centro veterinario deben guardarse normas correctas de higiene; pero, en los pacientes con sospecha de un proceso infeccioso las normas de higiene y desinfección deben extremarse ya que:

  • Pueden presentar una enfermedad zoonótica que pueden transmitir tanto al personal como a los propietarios.
  • Los pacientes infecciosos suelen estar inmu­nocomprometidos y son susceptibles de pade­cer enfermedades concomitantes, muchas de ellas mortales.
  • Podemos tener una diseminación del agente infeccioso a otros animales, debido al tránsito continuo de propietarios y mascotas.

¿Cuándo debemos sospechar de un proceso infeccioso?

Hasta que se descarte un proceso infeccioso los pacientes que presenten los siguientes signos se tra­tarán desde el principio como animales infecciosos:

  • Signos gastrointestinales agudos.
  • Signos respiratorios agudos (toses, estornu­dos, descarga nasal u ocular).
  • Signos neurológicos (solos o acompañados de respiratorios, gastrointestinales y derma­tológicos).
  • Fiebre
  • Paciente joven con pauta inadecuada de vacunación y/o desparasitación.
  • Existencia de más mascotas con los mismos signos en la casa.
  • Procedencia: criadero/tienda mascotas.
  • Viajes a zonas endémicas.
  • Cualquier cachorro enfermo.

La situación ideal (que habitualmente es impo­sible cumplir) en el manejo de pacientes infec­ciosos sería poder realizar un triaje telefónico inicial que nos permita identificar un posible paciente infeccioso de manera que, cuando acuda a nuestro centro, pase directamente a una zona específica habilitada para este fin y evitar su paso por la sala de espera para que no contacte con otras mascotas ni superficies.

Paciente infeccioso

Figura 1. Sala de infecciosos: batas, cubos desecho y desinfectantes.

Llegada del paciente al centro

Ante la sospecha de cualquier proceso infeccioso, el paciente debe aislarse y manejarse desde el principio con guantes y bata; además de mascari­lla (si se sospecha de transmisión por aerosoles).

Tendremos que evitar el contacto del paciente con cualquier tipo de superficie que no esté habilitada para animales infecciosos, por ejem­plo, podemos usar empapadores en las mesas de exploración.

Todas las personas que contacten con los pacientes deben guardar las normas correctas de higiene, descontaminación y desinfección:

  • Entrar en la sala de infecciosos con calzas, bata y guantes (figura 1).
  • Quitarse adecuadamente las calzas, batas y guantes.
  • Paciente infeccioso

    Figura 2. Desinfección y lavado de manos.

    Medidas de descontaminación y lavado de manos.

El Centro para la Prevención y Control de Enfermedades recomienda seguir el siguiente método de desinfección y lavado de manos (CDC Guidelines for Hand Hygiene in Health Care Settings) (figura 2):

  • Si se usa un desinfectante de base alcohó­lica, se debe aplicar en la palma de una de las manos, frotar para que se reparta en ambas manos y dejar que seque por sí solo.
  • Cuando se laven las manos con jabón y agua, al menos se deben frotar enérgicamente durante 15 segundos. El secado ha de reali­zarse con una toalla desechable, usando esa toalla posteriormente para cerrar el grifo.

Descontaminación de manos

Las indicaciones del CDC para la descontaminación y lavado de manos son:

  • Manos visiblemente sucias o contaminadas con fluidos corpo­rales, lavarlas bien con un jabón no antimicrobiano o con un jabón antimicrobiano y agua.
  • Si las manos no están visiblemente sucias, usar un desinfectante de manos de base alcohólica. Alternativamente, lavar las manos con jabón antimicrobiano y agua.
  • Desinfectar manos antes de contactar con los pacientes.
  • Desinfectar manos antes de usar guantes estériles.
  • Desinfectar manos después de contactar con un paciente.
  • Desinfectar manos después de contactar con fluidos corpo­rales o excreciones, membranas mucosas, defectos de piel y apósitos para heridas.
  • Desinfectar manos después de contactar con objetos usados con los pacientes.
  • Desinfectar manos después de quitarse los guantes.
  • Lavarse las manos con jabón no antimicrobiano o jabón anti­microbiano y agua antes de comer y después de usar los aseos.
  • Mantener las uñas cortas, no llevar uñas artificiales cuando se contacte con los pacientes.
  • Intentar llevar la mínima cantidad posible de joyas en dedos y muñecas.

Las principales fuentes de infección en áreas hospitalarias son las vehiculadas por las manos (bolígrafos, historias clínicas, dis­positivos móviles, ratones de ordenador, picaportes, fonendoscopios…). El uso de guantes no es sustitutivo del lavado de manos.

Extraído de Miriam Portero Fuentes y Cristina Epifanio Gualda, Manejo de pacientes infecciosos, Ateuves 65, págs. 20-24.

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