Recibes una llamada de un cliente que sospecha que su perro ha ingerido una pastilla de raticida. ¿Cómo actuarás? ¿Qué recomendaciones debes darle por teléfono mientras viene de camino? ¿Y al llegar a la clínica?
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La presencia de roedores en nuestros hogares puede ser un problema común, y muchas personas recurren a productos químicos como los raticidas para controlar esta situación. Sin embargo, el uso de estos productos puede plantear riesgos para nuestras mascotas, especialmente para los perros, que son curiosos por naturaleza y pueden ingerir accidentalmente estos venenos. La intoxicación por raticida en perros es una situación seria que requiere atención inmediata.
Veamos cómo proceder si recibimos una llamada de un cliente angustiado que sospecha que su perro puede estar intoxicado por raticida.
Un cliente llama a la clínica veterinaria preocupado por su perro: sospecha que podría haber ingerido raticida. Según su relato, encontró un paquete roto de raticida en el jardín y su perro está mostrando síntomas preocupantes, como vómitos, debilidad y pequeños hematomas en la piel.
Acciones recomendadas
1. Evaluación rápida
• Se aconseja al cliente traer al perro a la clínica de inmediato para una evaluación completa.
• Se enfatiza la importancia de mantener la calma y tranquilizar al perro durante el viaje.
2. Precauciones por el camino
• Se instruye al cliente para evitar que el perro tenga acceso a más raticida mientras se dirige a la clínica.
• Se recuerda al cliente que es crucial mantener al perro tranquilo y confortable durante el traslado.
3. Coordinar de atención
• Se asegura al cliente que el equipo veterinario estará preparado para recibir al perro y darle la atención necesaria.
• Se ofrece asistencia adicional y se confirma la disponibilidad de la clínica para recibir al perro.
Esta sería la respuesta inmediata del personal de la clínica veterinaria ante la sospecha de intoxicación por raticida en un perro. Se prioriza la pronta evaluación y atención del animal para minimizar los riesgos asociados con la ingestión de sustancias tóxicas.
Tratamiento de la intoxicación por raticida
Una vez que se confirma la ingestión del veneno, el enfoque terapéutico generalmente incluye varias acciones.
Inducción del vómito
En casos donde la ingestión es reciente (han pasado <6 horas desde la ingestión) y el perro está consciente se puede inducir el vómito para eliminar el veneno del sistema digestivo.
Carbón activado
Administración de carbón activado para absorber y neutralizar las toxinas presentes en el tracto gastrointestinal, reduciendo así su absorción en el cuerpo.
Fluidoterapia
Se administra fluidoterapia intravenosa para mantener la hidratación y favorecer la eliminación renal de las toxinas, así como para corregir cualquier desequilibrio electrolítico.
Terapia de vitamina K
Debido a que muchos raticidas afectan a la coagulación sanguínea, se suele prescribir terapia con vitamina K para contrarrestar los efectos anticoagulantes y prevenir el sangrado. Se administra de forma intravenosa o intramuscular inicialmente y se repite a las 12-18 h. Además, hay comprimidos que se pueden administrar en casa para continuar el tratamiento una vez al día.
Monitorización continua
Se realiza un seguimiento estrecho del estado del paciente, incluyendo la evaluación de los signos vitales y la función hepática y renal, para ajustar el tratamiento según sea necesario.
Se evalúa el estado de la coagulación a través del tiempo de protrombina (TP). Si el anticoagulante sigue presente se prolonga el tratamiento para evitar recaídas.
El éxito del tratamiento depende en gran medida de la prontitud con la que se busca ayuda veterinaria y se inicia la intervención adecuada. Además, se recomienda encarecidamente prevenir la exposición de los perros a raticidas y mantener estos productos fuera de su alcance para evitar situaciones de intoxicación.
