El cuidado dental en el perro

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Para conservar los dientes y encías sanos a lo largo de su vida los perros deben mantener una buena higiene bucal. La prevención de las enfermedades que afectan a los dientes y las encías es especialmente importante en perros de razas enanas y pequeñas (yorkshires, caniches). Sin embargo, no por ello debemos olvidar a los de razas medianas y gigantes, aunque en estos últimos la incidencia de enfermedad dental/periodontal es mucho menor.

La persistencia de dientes de leche, la presencia de dientes mal alineados que impiden una correcta oclusión o de dientes supernumerarios, así como el uso de dietas compuestas exclusivamente por alimentos blandos favorece la aparición de depósitos de minerales y de restos de alimentos que facilitan el desarrollo bacteriano y la aparición de enfermedades orodentales.

Las bacterias, células muertas, restos de alimentos y demás partículas se adhieren al esmalte formando una película invisible a la que llamamos placa bacteriana y que, por lo general, suele formarse en un lapso aproximado de 48 horas.

Cuando la placa bacteriana se elimina mecánicamente mediante una alimentación adecuada y un cepillado periódico, el esmalte no sufre cambios significativos. Por el contrario, cuando las bacterias presentes en la placa no se eliminan acaban por desmineralizar el diente, haciéndolo más rugoso y favoreciendo el depósito de sales de calcio y fosfato, un paso posterior a la aparición de la placa bacteriana y que se conoce como sarro dental. Si la falta de higiene persiste, el proceso desembocará en la lenta pero inexorable aparición de la enfermedad más frecuente en la boca de los animales de compañía: la enfermedad periodontal.

Sarro y enfermedad periodontal en un perro

Ante los primeros síntomas de suciedad dental hay que acudir al veterinario para evitar en lo posible dientes como los de la imagen.

La enfermedad periodontal

Más del 85 % de los perros muestran, en algún momento de su vida, lesiones que afectan a sus encías. La enfermedad periodontal se inicia con una inflamación de las encías (gingivitis) que, si no se trata debidamente, puede progresar hasta afectar a toda la zona alrededor del diente (periodontitis). En la periodontitis, las encías se alejan de los dientes formándose bolsas que, en muchos casos, pueden estar infectadas.

A medida que la placa se extiende el problema se agrava creciendo por debajo de la línea de las encías. Cuando el sistema inmunológico intenta luchar contra las bacterias, las toxinas liberadas por los microorganismos que son destruidos y las enzimas que el cuerpo utiliza para luchar contra la infección también comienzan a destruir el hueso y los tejidos que mantienen a los dientes en su lugar.

En conclusión, cuando no existe un tratamiento médico adecuado de esta enfermedad, los huesos, las encías y los tejidos que sostienen los dientes se destruyen provocando que los dientes finalmente se aflojen y terminen por caer. Además de estas consecuencias directas provocadas por la enfermedad periodontal hay que tener en cuenta que pueden presentarse otras afecciones secundarias, tales como úlceras bucales, estomatitis, artritis, nefritis y endocarditis bacteriana.

Por todo ello es primordial el mantenimiento de una buena higiene dental y de esta manera intentar conseguir que las mascotas disfruten de una vida lo más larga y saludable posible.

 

Caída de dientes por enfermedad periodontal en el perro

La acumulación de sarro puede provocar la caída de las piezas dentales.

  • Si la mascota presenta alguno de los siguientes síntomas, debemos sospechar de enfermedad bucal:

    1. Halitosis (mal olor del aliento).
    2. Babeo.
    3. Presencia de depósito marrón sobre los dientes, en la línea de la encía.
    4. Sangrado de encías.
    5. Menor consumo de alimentos. El animal acude con apetito al plato pero sólo ingiere lo blando y rechaza en lo posible el pienso y los alimentos duros.
    6. Inflamación e incluso aparición de una fístula en el maxilar superior, justo por debajo del ojo.
    7. Rascarse con las extremidades anteriores la cara.

Odontoprofilaxis

Los tratamientos y protocolos de prevención de enfermedad que podamos llevar a cabo en casa son realmente importantes. Básicamente, consisten en administrar a la mascota pan duro, huesos porosos para roer, pienso de croqueta grande, piensos con microcristales, así como ciertas “chucherías” especiales (huesitos, galletas y barritas limpiadoras).

Piensos de prescripción

Existen piensos especiales para la higiene dental. La croqueta en estos casos es de tamaño mayor al normal, con una matriz de fibra que resiste al desmenuzamiento. La croqueta engloba al diente antes de fragmentarse y la fibra limpia su superficie.

Piensos con microcristales

Los alimentos secos, en general, ayudan a reducir la acumulación de sarro durante y tras las comidas. La adición de microcristales a los piensos ayuda a eliminar el sarro cuando el perro mastica los trozos de comida. Los cristales se introducen en la placa dental contribuyendo a impedir el desarrollo de sarro.

La descomposición lenta de estos microcristales de limpieza mantiene su acción aun después de las comidas; continúan limpiando los dientes e impidiendo la formación de sarro hasta que se disuelven en nutrientes minerales. Al mismo tiempo, con estos alimentos de doble acción se liberan minerales especiales que se incrustan en la superficie de los dientes, reforzándolos.

Croquetas de acción dual contra la placa dental en perros

Las croquetas de acción dual funcionan durante y después de las comidas para reducir la formación de sarro.

Piensos normales

El simple hecho de masticar el alimento seco ya reduce la formación de depósitos de placa bacteriana en los dientes del animal.

Huesos y galletas especiales

Actúan mediante una acción abrasiva. Algunos están enriquecidos con flúor, otros poseen enzimas que colaboran en la disolución de la placa.

Juguetes

Varias empresas comercializan juguetes especiales para estimular el “masticado”, con el fin de fortalecer las encías. Por ejemplo, la cuerda de algodón que se utiliza para limpiar los espacios interdentales y fortalecer las encías. Para ello tiraremos de un lado de la cuerda, mientras el perrito tira del otro lado manteniéndola sujeta con los dientes.

En la mayor parte de los animales estos cuidados son suficientes para mantener un buen control higiénico-sanitario de la cavidad oral. Sin embargo, en otros será imprescindible complementarlo con el cepillado periódico, el uso de pasta dental, o de soluciones antisépticas a base de clorhexidina o de sales de piridinio y, por supuesto, visitas periódicas al veterinario.

Cepillos para el cuidado dental en el perro

Si se les acostumbra desde pequeños, la mayoría de animales acepta el uso de cepillos de dientes. Existen en el mercado varios tipos de cepillos, siendo todos ellos válidos para la tarea propuesta; debe usarse el que resulte más cómodo y el que se adapte mejor al tamaño de la boca de la mascota (cepillo para humanos, cepillo en dedal, cepillo de dos cabezas que permiten limpiar la cara interna y externa del diente a la vez, cepillo eléctrico o cualquier otra posibilidad).

En cualquier caso, el cepillo debe situarse formando un ángulo de unos 45 º en la zona de unión del diente con la encía y realizar movimientos circulares suaves. Cuando el animal es muy nervioso o tiene miedo se debe comenzar, durante unos días o incluso semanas, con una gasa que envuelva un dedo, utilizándolo como si de un cepillo se tratara y sólo aplicándolo en la cara externa de los dientes. Al principio no conviene utilizar pasta de dientes y las sesiones serán de poca duración para ir habituando al perro progresivamente.

Cepillos de dientes para perro

En el mercado se puede encontrar una amplia variedad de productos para la higiene dental.

Pasta de dientes

Las pastas de dientes específicamente diseñadas para mascotas suelen dar mejores resultados ya que no hacen espuma y, además, los aromas que contienen suelen ser más palatables para los animales que los aromas mentolados frecuentes en las cremas de uso en humanos.

No obstante, esto no quiere decir que las de uso humano estén contraindicadas y, en concreto, aquellas clasificadas como “de acción total” que contienen flúor y triclorsán, un antimicrobiano capaz de inhibir la placa bacteriana, pueden resultar útiles.

El flúor presente en muchas cremas dentales aumenta la resistencia del diente al combinarse con los cristales de hidroxiapatita para formar fluorhidroxiapatita, que es más resistente ya que forma una estructura espacial mucho más ordenada que es menos sensible al ataque de los ácidos. Además, el flúor favorece la remineralización del esmalte cuando éste ha sido atacado.

Por otra parte, el flúor también impide la adhesión de la placa bacteriana a la superficie del esmalte e inhibe el metabolismo de las bacterias reduciendo su actividad.

Aunque ocasionalmente se ha discutido sobre la posibilidad de intoxicación por flúor a partir de la ingestión de pasta de dientes diseñada para uso en humanos, la realidad es que la cantidad de este elemento contenida en el pequeño volumen usado en el cepillado está muy por debajo de las cifras de flúor que podrían provocar intoxicación aguda en el perro. Lo mismo podemos comentar sobre el lauril sulfato sódico presente en todos los dentífricos. Esta sus tancia es un componente habitual de los jabones higiénico-cosméticos por sus buenas propiedades detergentes, espumantes, humectantes y dispersantes y, teóricamente, podría provocar una irritación de la mucosa gástrica con aparición de náuseas y vómitos. Sin embargo, las pequeñas cantidades presentes en las pastas dentales difícilmente podrían provocar las alteraciones descritas.

Limpieza dental

Cuando a pesar de nuestros cuidados, el sarro llega a depositarse sobre los dientes amenazando la salud de la encía y del propio diente, el veterinario deberá realizar una odontoprofilaxis mecánica o limpieza dental.

La odontoprofilaxis mecánica se realiza mediante el uso de ultrasonidos, en quirófano y bajo anestesia general. Consiste en la eliminación del sarro acumulado sobre los dientes por encima y debajo de la línea de la encía, así como de las piezas que pudieran estar en mal estado.

Dado que el animal está sometido a un periodo de anestesia se debe obtener previamente un completo perfil analítico hemático y urinario así como realizar un chequeo del sistema cardiovascular. Estas precauciones son obligadas en la rutina quirúrgica y más aún si tenemos en cuenta que la mayoría de estos animales suelen ser geriátricos, por lo que es imprescindible constatar su buen estado de salud antes de proceder a anestesiarlos.

Una vez eliminados los depósitos, se realiza el pulido de la superficie dental, un tratamiento antiséptico y, por último, la aplicación de flúor, con el fin de retrasar al máximo la formación de nueva placa.

 

Conclusión

En resumen, un animal con mala higiene oral sufre un problema que puede evolucionar hacia una enfermedad que puede llegar a ser grave e incluso amenazar su vida.

Es imprescindible desarrollar un programa de prevención, adaptado a cada mascota y que contemple no sólo las características de la raza, la herencia y la edad, sino también las peculiaridades individuales.

Artículo original: Núria Miquel Bellmunt. El cuidado dental. Ateuves nº 15, pp. 40-44

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