Los parámetros hematológicos pueden estu­diarse mediante múltiples técnicas y equipos. En el presente artículo nos centraremos en el estudio de las extensiones o frotis de sangre periférica para valorar la morfología de cada serie (roja, blanca y plaquetas).

En la figura aparecen algunos de los elemen­tos formes que se pueden reconocer en la san­gre periférica. A continuación detallaremos la apariencia normal de cada tipo celular junto con sus principales alteraciones morfológicas.

Eritrocitos

Son elementos anucleados bicóncavos con un halo pálido central (más fácil de discernir en perro que en gato).

1Cambios en el tamaño celular: valorables tan­to en el frotis sanguíneo como estudiando los resultados de los analizadores automáticos (VCM) o la gráfica de distribución celular de los analizadores de láser. Cuando los eritrocitos aparecen de forma general con un tamaño ma­yor o menor al usual, se habla, respectivamen­te, de macrocitosis o microcitosis. La microci­tosis es característica de la anemia ferropénica, mientras que la macrocitosis suele acompañar a la policromasia en anemias regenerativas.

2Alteraciones en la coloración de los eritrocitos: policromasia (aparición de eritrocitos con dis­tintas tonalidades de color, típico de procesos regenerativos), hipocromasia (glóbulos rojos tenuemente teñidos, relacionada con ferrope­nia), cuerpos de Howell-Jolly (zonas esféricas azuladas únicas en el citoplasma eritrocitario típicas de cuadros regenerativos), punteado ba­sófilo, etc.

3Alteraciones que indican fragmentación: es­quistocitos (células con proyecciones de bordes puntiagudos o afilados de distribución irregular a lo largo de la membrana), queratocitos (con dos proyecciones en forma de cuernos), dacrio­citos (con forma de lágrima) o células fantasma (membranas remanentes de eritrocitos lisados intravascularmente).

4Alteraciones indicativas de oxidación por tóxi­cos: cuerpos de Heinz (proyecciones únicas circu­lares con una zona más clara en su base) y excen­trocitos (zona lateral del citoplasma más clara).

5Alteraciones por daño inmunomediado: es­ferocitos (células pequeñas y muy teñidas que carecen del típico halo central) y fenómenos de aglutinación.

6Poiquilocitosis: dentro de este término se englo­ban células con morfología muy variable, que apa­recen a veces asociadas a problemas hepáticos o renales.

7Eritroparásitos: Haemobartonella felis, Babe­sia canis.

Plaquetas

Elementos formes de pequeño tamaño, redon­deados u ovalados con una tinción rosada páli­da y finamente granular. No es raro observarlas formando agregados o aglutinadas.

Alteraciones morfológicas: el cambio más común es la aparición de plaquetas de gran tamaño, si­milar al de los eritrocitos (plaquetas gigantes, macroplaquetas o megatrombocitos). En el perro, aparecen por coagulación intravascular disemina­da o hemorragias generalizadas, mientras que en felinos un alto número se relaciona con trastornos mieloproliferativos o mielofibrosis.

Polimorfonucleares neutrófilos

Los neutrófilos se reconocen fácilmente por su núcleo separado en numerosos lóbulos.

Alteraciones morfológicas: inflamaciones o in­fecciones muy graves dan lugar a la aparición de cambios tóxicos en los neutrófilos, como por ejemplo cuerpos de Döhle (manchas grisáceas irregulares en el citoplasma), basofilia genera­lizada citoplasmática, vacuolización espumosa del citoplasma, granulación tóxica, etc.

Los neutrófilos bandados o cayados son las for­mas inmaduras de los polimorfonucleares. Su núcleo presenta una forma característica de “U” o “C”. De forma normal son poco numerosos en la sangre y un aumento (también denomi­nado desviación a la izquierda) demuestra un proceso infeccioso o inflamatorio activo.

Los neutrófilos hipersegmentados (o desviación a la derecha) son células con 5 o más lobula­ciones que aparecen en hiperadrenocorticismo así como en procesos que cursan con neutrofilia prolongada (piometra).

Artefactos del frotis sanguíneo

Una tinción generalizada demasiado azulada o rosada aparece por “fatiga” de los colorantes, uso de portas sucios o lavado desigual de la muestra. Los precipitados del colorante (manchas homogéneas superpuestas sobre las células en distinto plano) indican la necesidad de filtrar el líquido. Por último, la presencia de crenocitos (eritrocitos con numerosas proyecciones puntiagudas, cortas y uniformemente repartidas por toda la superficie de la membrana) se relaciona con un exceso de anticoagulante en la muestra o fallos en el almacenaje.

Linfocitos

Son de pequeño tamaño, poco más grandes que un eritrocito, con un núcleo redondeado y cito­plasma escaso.

Alteraciones morfológicas: los linfocitos reacti­vos presentan un citoplasma muy basófilo con un característico halo pálido perinuclear. Su presencia indica que existe una respuesta inmu­ne activa.

Los linfoblastos son células inmaduras de gran tamaño que normalmente no aparecen a nivel sanguíneo, siendo su presencia indicativa de leucemias o linfomas en fase leucémica.

Monocitos

Son células de mayor tamaño en la extensión, con núcleo arriñonado y citoplasma que fre­cuentemente presenta vacuolas y material fago­citado.

Ehrlichia canis se puede observar en el cito­plasma de linfocitos y monocitos.

Eosinófilos

Estas células suelen ser más grandes que los neu­trófilos y son característicos los llamativos grá­nulos rosáceos que aparecen en su citoplasma.

Basófilos

Son muy escasos en la sangre de animales sanos y se caracterizan por tener unos gránulos cito­plasmáticos de color violáceo a lila.

Extraído de R. Alejandro Pérez-Écija, José Carlos Estepa Nieto, Francisco J. Mendoza García, Interpretación de los parámetros sanguíneos, Ateuves 34, págs. 22-28.