La importancia del trabajo en equipo radica en el potencial que puede desarrollar un grupo que, con la coordinación adecuada, resultará mucho más eficaz que la suma de los esfuerzos individuales de cada componente. Aplicar esta filosofía al trabajo que realizamos en la clínica puede proporcionarnos muchos beneficios y satisfacciones.

En los años 80 las clínicas todavía eran, en su mayoría, empresas pequeñas donde frecuentemente sólo trabajaba el propio veterinario, que a su vez era el empresario, el que atendía a los animales, el dependiente, el recepcionista, etc. Las cosas han cambiado notablemente y la tendencia actual, sobre todo en los núcleos urbanos, es hacia la consolidación de centros multiservicio más grandes. Estos establecimientos requieren un mayor número de empleados y diversificación de los profesionales que la conforman: recepcionista, auxiliar de veterinaria, peluquero y dos o más veterinarios que, a su vez, se especializan individualmente en una u otra disciplina (cirugía, traumatología, diagnóstico por imagen, etc.).

Importancia del trabajo en equipo en la clínica

La frase “la unión hace la fuerza” cobra todo su sentido cuando analizamos los resultados que podemos obtener en nuestro centro de trabajo si todos los trabajadores perseguimos el mismo fin pero, sobre todo, si trabajamos de la misma forma y ayudándonos unos a otros. La expresión “ese tema lo lleva otro compañero”, aparte de dar una mala imagen frente al cliente, nos revela que al que la pronuncia no le importa su compañero y por ende su trabajo, lo que al fin y al cabo en una empresa pequeña, siempre repercutirá en todos los empleados.

Ventajas y desventajas

A continuación vamos a citar algunas de las ventajas y de los inconvenientes que presenta el trabajo en equipo.

Ventajas

“Cien ojos ven mejor que dos”. Esta frase es una interpretación de las ventajas que obtienen los seres humanos al unirse por una causa común. De hecho, la gran ventaja de que varias personas trabajen juntas por un mismo objetivo es que se multiplican las posibilidades de acometerlo lo más rápido y mejor posible.

En la clínica la unión de varios profesionales enriquecerá, en este caso, los servicios que aportará la empresa y por tanto mejorará su funcionalidad. Entre las ventajas están las siguientes:

Se logra la integración de todos los trabajadores. Disminuye la rotación e inestabilidad. Si nos sentimos a gusto, no cambiaremos de trabajo.
Cada uno tiene su puesto y respeta el de los demás.
Se comparte la responsabilidad.
Al sentirse parte del éxito se logra una mayor motivación y en el caso de producirse un fracaso, un mayor compromiso.
Aumenta la calidad del trabajo y la versatilidad. Se alcanzan metas a las que sería imposible aspirar mediante el trabajo individual.
Nos permite “crecer” profesionalmente pues aprenderemos otras habilidades del compañero.
Disminuyen los gastos de tiempo y dinero.

Desventajas

Los errores en la coordinación del grupo son la principal traba que se puede producir y que daría al traste con los objetivos del mismo. Un grupo mal coordinado o sin dirección ocasiona el doble de caos que una sola persona que no realice su trabajo correctamente.

La convivencia, las diferentes formas de pensar, la personalidad y las malas relaciones personales pueden llevar a discusiones o enfados que dividan el grupo.

Es más fácil no asumir errores (incluso los propios) y lanzarlos al grupo o a otro miembro, así como querer ser más o mejor que los demás.

Perfiles de comportamiento en el equipo

¿Cuál te describe?

Analíticos: se basan en lo racional. No creen en la suerte y sí en la inteligencia y el pensamiento.
Afables: tienen capacidad para relacionarse y obtener beneficios de la relación.
Exigentes: se basan en las actuaciones y el trabajo activo. Son exigentes consigo mismos y con los demás. Son buenos líderes o coordinadores para el grupo.
Expresivos: creen en la suerte y sobre todo en la intuición. Son creativos y arriesgados.

Cualidades del componente de un equipo

Atento y dispuesto a la escucha activa. No sólo debemos oír a los clientes o a los compañeros sino escuchar, es decir, asimilar y comprender lo que nos dicen y mostrar interés. Una parte importante del trabajo en equipo lo constituyen las reuniones que se establecen con la periodicidad que requiera la clínica o el coordinador y que permite poner puntos en común, aportar sugerencias e ideas y solucionar problemas.

Respetuoso. No debe confundirse con “obediente”. Obedecer es acatar una orden sin atender a lo que se nos pide. Respetar es atender a lo que se nos pide, aceptar las críticas y ser constructivo. Es importante tener empatía, es decir, la capacidad para ponerse en el lugar del otro y comprender o actuar justamente.

Colaboración. Disponibilidad para ayudar a los compañeros no sólo cuando lo requieran sino que hay que estar pendiente de las necesidades existentes y acudir en su ayuda.

Responsable. Es una persona puntual, seria y rigurosa en su labor que realiza su trabajo sin tratar de esquivarlo o “pasarlo” a los demás. Cuando algo falla está dispuesta a dar la cara.

Buen carácter. Es una persona con buen humor que contribuye a crear un buen clima de trabajo e intercede en conflictos entre otros compañeros para tratar de solucionarlos.

Trabajador. Dispuesto a aprender, sugerir nuevas líneas o ideas que mejoren el trabajo y la empresa. No esquiva o pospone el trabajo. Es imaginativo y arriesgado pero no impulsivo. Reflexiona antes de hablar o actuar.

Creativo. Aporta ideas, opiniones y sugerencias para mejorar los resultados del grupo. Pone en común las estrategias y conocimientos de interés para la empresa sin mostrarse egoísta o pedante.

Leal y desinteresado. No antepone el beneficio personal al de los demás, no descarga culpas o trabajo sobre los compañeros. Una persona en la que se puede confiar.

Tenaz. No se rinde ante los problemas ni se acobarda ante nuevos retos.

Extraído de: Elena Malmierca, Estrategias y ventajas del trabajo en equipo, Ateuves 17, págs. 8-14.