La dieta es una parte importante de la terapia médica para el tratamiento de ciertas enfermedades y los problemas de corazón no son una excepción. Una buena nutrición puede mejorar la calidad de vida del paciente con dichas patologías.
A la hora de alimentar a estos pacientes hay que tener en cuenta algunas recomendaciones:
Proteínas
Las proteínas son fundamentales para los pacientes con patologías del corazón, sobre todo en ICC ya que, por lo general, esta condición conlleva pérdida de masa muscular, además de pérdida de apetito. Se recomienda no restringir a menos de un 30 % las calorías en estos pacientes.
Si come habitualmente un alimento seco es posible que la introducción de dieta húmeda le ayude a comer más.
También hay que tener en cuenta que algunas dietas están formuladas especialmente para ser muy restrictivas en su contenido proteico para evitar ciertos tipos de patologías como cálculos en la vejiga, enfermedad renal o hepática, por lo que hay que escoger la que mejor se adapte a la situación actual del paciente; por ejemplo una dieta renal estaría recomendada en pacientes con enfermedad cardiaca asintomática por sus bajos niveles de sodio y alto contenido en ácidos grasos EPA y DHA
Ácidos grasos omega-3
Algunos ácidos grasos omega-3 (EPA y DHA) presentes en el aceite de pescado han demostrado su efecto positivo en las mascotas con problemas del corazón ya que tienen un efecto modulador en los estadios proinflamatorios, reducen la pérdida de masa muscular y mejoran el apetito. La principal fuente de este tipo de ácidos grasos son los productos marinos como el aceite de pescado, que es el más usado.
Antioxidantes
Las moléculas de oxígeno reactivo o “radicales libres” pueden aumentar a medida que la enfermedad cardiaca progresa. Dichas moléculas dañan los tejidos y hacen que aumente la respuesta inflamatoria que, a su vez, empeora los signos de la enfermedad. Los antioxidantes se encargan de combatir a estas moléculas y reducir así, la respuesta inflamatoria por lo que se pueden usar en estas patologías.
Sodio
A medida que la enfermedad progresa conviene reducir el consumo de sal. No obstante, esta reducción ha de ser moderada puesto que si es intensa podría provocar cambios metabólicos dañinos para la salud del animal. En fallo cardiaco leve, moderado o avanzado debemos estar atentos también a los extras caseros y recomendar alimentos bajos en sodio al propietario para la administración de la medicación.
Vitaminas B
Los gatos con CMH suelen tener niveles sanguíneos bajos de vitaminas B6, B12 y ácido fólico. Las vitaminas B son solubles en agua y se eliminan con la orina. Los gatos que toman diuréticos para el tratamiento de la ICC muestran una mayor pérdida de vitamina B a través de la orina por lo que tendrán mayores requisitos que los animales sanos y necesitarán un suplemento de dicha vitamina.
La taurina
El metabolismo del gato necesita una cierta cantidad de un aminoácido denominado taurina. Su organismo no es capaz de sintetizarlo a partir de otros aminoácidos por lo que debe ingerirlo con el alimento. Por este motivo, todos los alimentos para gatos se complementan con taurina de modo que es difícil que sufra una carencia de este aminoácido.
No obstante, se puede producir deficiencia de taurina en ciertas enfermedades por lo que habrá que añadir un suplemento de taurina en el alimento y en mayor cantidad cuando se trate de dietas húmedas. También hay que tener cuidado con las dietas caseras para evitar dicha deficiencia.
Extraído de María Villagrasa, La nutrición del gato cardiópata, Ateuves 71, pág. 14-16.