Artículo patrocinado por CIM Formación
Dentro de la clínica de animales exóticos, juegan un papel esencial los pequeños mamíferos como el conejo.
El conejo es un animal presa en la naturaleza. Esta condición hace que presenten mayor susceptibilidad al estrés, así como que enmascaren cualquier signo de enfermedad hasta que las patologías están más avanzadas. Es por ello, que se debe concienciar a los propietarios sobre la importancia de la medicina preventiva, incluyendo los chequeos y las revisiones periódicas.
Tal y como puntualizamos en clase a nuestros alumnos ATVs en CIM Formación, queremos remarcar aspectos tan relevantes como la importancia de una correcta alimentación, las vacunas que hay disponibles y frente a qué enfermedades protegen, los controles parasitarios y desparasitaciones, las cirugías preventivas que se realizan convencionalmente, así como la importancia de las revisiones veterinarias en esta especie.
Medicina preventiva en el conejo
El conejo (Oryctolagus cuniculus) es el mamífero herbívoro más popular en los hogares y que más se visita en los centros veterinarios, en particular en las clínicas especializadas. Hoy en día podría considerarse el tercer animal de compañía después del perro y del gato.
Alimentación
Una correcta alimentación es primordial para el funcionamiento del aparato digestivo, para el desgaste de la dentición y para la prevención de enfermedades como la obesidad, la pododermatitis y la urolitiasis.
Su dieta ha de presentar un alto contenido en fibra y un correcto balance calcio/fósforo. Para ello, el heno debe ser el componente principal y mayoritario (70-80 %), se ha de ofrecer a voluntad y preferentemente sobre una bandeja sin altura. Las verduras de hoja verde, ancha y fibrosa deben suponer el 20 % de la alimentación. Y el pienso debe ser la fracción más minoritaria (5-10 %). Se recomienda no exceder de 20-30 g por kilogramo de peso y día.
Los piensos han de ser en formato pellet o extrusionado y carecer de mezclas de semillas. Los piensos compuestos por semillas de grano y cereales variados se relacionan con la aparición enfermedad dental (figura 1). Su contenido en fibra bruta recomendado es del 18-20 % y el calcio en su composición no debe ser superior al 0,6-1,2 %.
El agua ha de estar siempre disponible. Existen diferentes maneras de proporcionarle agua fresca, siendo los bebederos de tubo los peor aceptados por lo conejos, ya que prefieren beber el agua de cuencos o recipientes abiertos.
Vacunación en el conejo
La vacunación no es obligatoria en el conejo, pero sí recomendable. El criterio de vacunar frente a diferentes enfermedades infecciosas dependerá del profesional veterinario y del hábitat del animal.
Las principales enfermedades que disponen de vacuna son: mixomatosis, enfermedad vírica hemorrágica tipo I, enfermedad vírica hemorrágica tipo II, pasteurelosis y enterotoxemia.
En conejos mantenidos como animal de compañía se recomienda la vacunación frente a las tres primeras enfermedades ya sea en vacunas individuales o en la más reciente presentación trivalente.
La edad de la primovacunación dependerá tanto del tipo de vacuna elegido, así como de la enfermedad frente a la que se quiera proteger.
Generalmente, el inicio de la pauta vacunal está establecido ente las seis y las ocho semanas de vida. Y la revacunación se realizará en función de la vacuna aplicada. En el caso de la enfermedad vírica hemorrágica tipo I y II la revacunación es anual y frente a mixomatosis se realiza de forma semestral. La vacuna trivalente que incorpora las tres enfermedades requiere una revacunación anual.
Controles parasitarios y desparasitaciones
Parásitos internos
Las parasitosis internas pueden ser frecuentes en el conejo sobre todo en edades más tempranas. Desde la primera visita, se deben examinar las heces del animal de manera rutinaria, aunque no muestren clínica o signos de enfermedad.
En el diagnóstico se pueden emplear técnicas de concentración (heces recogidas en días alternos) o realizar una extensión directa de las heces cuando exista sospecha de una alta carga parasitaria (figura 2).
- Coccidiosis
Los coccidios son un grupo de parásitos protozoarios que afectan comúnmente al conejo causando enfermedad, sobre todo en individuos jóvenes menores de 6 meses.
Se pueden encontrar dos enfermedades importantes: la coccidiosis hepática ocasionada por Eimeria stiedae y la coccidiosis gastrointestinal generada por Eimeria perforans, Eimeria magna y Eimeria irresidua.
Los signos de enfermedad variarán dependiendo de la edad del paciente, el manejo y la presencia de inmunosupresión. Podemos encontrar desde animales asintomáticos hasta diarrea intermitente o grave, acompañada de moco o sangre, junto con debilidad, deshidratación y pérdida de peso.
Es importante no confundir en el examen microscópico de las heces las levaduras saprófitas (Cyniclomyces guttulatus) con la presencia de ooquistes del parásito (figura 3).
- Nematodos
Passalurus ambiguus es el nematodo más común en los conejos domésticos. Generalmente la presencia de este oxiuro es asintomática y no requiere tratamiento. Una parasitación masiva en individuos jóvenes podría contribuir, junto con otras parasitosis o diferentes causas de disbiosis intestinal, a la diarrea.
El diagnóstico se basa en la identificación de los adultos en las heces o mediante la observación microscópica de los huevos en el examen fecal (figura 4).
La presencia de otras especies de helmintos se considera extremadamente rara en conejos de compañía, si bien sí que se han podido identificar en animales de granja (Obeliscoides cuniculi, Graphidium strigosum, Trichuris leporis, Trichostrongylus sp. y Strongyloides sp.).
- Cestodos y trematodos
Por lo general, son parásitos con una presencia mayor en animales salvajes que en conejos domésticos.
Se identifican diferentes especies de cestodos que pueden hospedar el tracto digestivo del conejo, entre ellos Cittotaenia variabilis. Sin embargo, los conejos pueden ser hospedadores intermediarios de otros cestodos que afectan al perro y el zorro. En este caso se puede observar el estadio larvario enquistado en diferentes órganos o tejidos, como es el caso de Taenia pisiformis (Cysticercus pisiformis) y Taenia serialis (Coenurus serialis). La presencia de cisticercos en el mesenterio o en el hígado suele ser un hallazgo relativamente común en las intervenciones de rutina en el conejo mascota (figura 5).
Dentro de los trematodos se encuentra la Fasciola hepática, que afecta principalmente a bovinos y pequeños rumiantes, pero también al conejo. Afecta a la vesícula biliar y puede producir caquexia, letargia y muerte.
Parásitos externos
- Pulgas
Los conejos mantenidos como mascotas pueden infestarse por la pulga del perro (Ctenocephalides canis) y del gato (Ctenocephalides felis) principalmente.
No obstante, otras especies se han podido identificar (Spilopsylus cuniculi, Xenopsylla cunicularis y Echidnophaga iberica), sobre todo en poblaciones salvajes.
Los conejos infestados pueden presentar un pelaje mate, con alopecia circunscrita, prurito, costras y eritema, fundamentalmente en la región facial y en las orejas (figura 6).
Existen diferentes alternativas de tratamiento a valorar por el veterinario, no obstante, cabe destacar la sensibilidad de esta especie al fipronilo pudiendo generar un cuadro de intoxicación y muerte.
- Acariasis
Cheyletiella parasitovorax es un ácaro de superficie responsable de la cheyletiellosis. Esta enfermedad que también afecta al perro y el gato, es común en el conejo. Algunos animales pueden ser portadores asintomáticos. Los animales afectados presentan un exceso de descamación en el dorso del cuello y del tronco.
Conejos con otras enfermedades primarias que impiden el correcto acicalamiento (obesidad, enfermedad dental, enfermedades musculoesqueléticas) o conejos jóvenes inmunodeprimidos son susceptibles de padecer las presentaciones más graves.
Se pueden observar los ácaros y sus huevos microscópicamente tras tomar muestras de la descamación y el pelo o bien realizando un raspado cutáneo (figura 7).
Psoroptes cuniculi es un ácaro no cavador que genera la sarna auricular del conejo. Es una enfermedad específica de especie sin riesgo de transmisión a otros animales o las personas.
La infestación se inicia en la profundidad del canal auditivo externo, entendiéndose por todo el canal y el pabellón auditivo. Las lesiones se caracterizan por la presencia de costras grisáceas en el canal auditivo y pabellón auricular acompañado de prurito y eritema.
Se puede observar el ácaro sobre las costras, a simple vista, o bien identificar ácaros adultos y sus huevos en el microscopio, a partir del material costroso del interior del oído. Para examinar mejor el ácaro se puede tratar la muestra extraída con hidróxido potásico (KOH) al 10 %.
Sarcoptes scabiei var. cuniculi y Notoedres cati var. cuniculi son ácaros cavadores que pueden afectar con menor frecuencia a los conejos mantenidos como mascota. Las hembras crean túneles a través de la epidermis donde depositarán sus huevos, mientras que los machos y las fases larvarias se encuentran sobre la superficie cutánea (figura 8).
Prevención de patologías del aparato reproductor
La esterilización en machos y hembras se recomienda para prevenir el marcaje sexual con heces y orina, previene la agresividad y puede ayudar en la socialización entre congéneres.
En machos puede resultar más comprometido recomendar la castración preventiva. No obstante, a pesar de ser patologías con menor presentación, prevenimos de la aparición de tumores testiculares (figura 9) y hernias vesicales en el futuro.
La esterilización en hembras (figura 10) previene de la aparición de patologías del aparato reproductor como la hiperplasia endometrial quística, piometra, aneurisma y el adenocarcinoma uterino. El en caso del adenocarcinoma uterino su incidencia puede alcanzar hasta el 80 % en conejas de más de 4 años de edad (figura 11).
La edad recomendada para esterilizar es a partir de los seis meses, dependiendo de la raza y del grado de desarrollo.
José Villora González
Docente en la escuela de auxiliares de veterinaria CIM Formación
Codirector de la clínica Selvätica de Valencia
Acreditado especialista en animales exóticos por AVEPA-GMCAE.