Medicina preventiva: importancia de la desparasitación en cachorros y gatitos

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En numerosas ocasiones nos encontramos en la clínica diaria diversos tipos de parasitosis en los cachorros. Frecuentemente, estos pacientes nos visitan a causa de infestaciones por pulgas, garrapatas y parásitos intestinales. Veamos cuál es la mejor manera de prevenir y luchar contra ellas.

La mejor forma de atajar el problema que representan los parásitos, internos y externos, es mediante la medicina preventiva. Una buena pauta de desparasitación, individualizada para cada paciente, es la mejor arma para combatir esta problemática.

El concepto “One Health

El concepto “One Health”, “Una Sola Salud”, surge como respuesta a la necesidad de preservar la salud humana a través de la prevención y el control de los patógenos en los animales, especialmente aquellos que son potencialmente zoonóticos. Los animales de compañía están cada vez más presentes en nuestro entorno más cercano, por lo que es necesario un buen control y prevención de parásitos – y sus vectores – para minimizar el riesgo de zoonosis, con las consecuencias a nivel socio-sanitario que estas comportan. Nuestro papel como profesionales de la Medicina Veterinaria es de vital importancia en esta prevención y control: informamos y asesoramos a nuestros clientes sobre la necesidad de comenzar una correcta y temprana pauta de desparasitación en sus cachorros, protegiendo así la salud de los mismos y, por ende, la suya propia.

Tratamiento y prevención de las parasitosis externas más frecuentes

La importancia del control de los parásitos externos no reside solo en la erradicación de las infestaciones en nuestros animales a causa de los mismos, sino que abarca también las lesiones cutáneas que estas pueden provocar, así como la respuesta inmunológica que puede surgir en su organismo a causa de la transmisión por picadura/mordedura de otros agentes patógenos, capaces de desencadenar una reacción alérgica. Asimismo, los ectoparásitos son potencialmente zoonóticos, de modo que las infestaciones en nuestros animales de compañía pueden traducirse en infestaciones masivas en el hogar y entre las personas convivientes.

Pulgas

Las pulgas son insectos picadores sin alas, hematófagos, de cuerpo aplanado lateralmente y estructura extremadamente dura, cuyo único estadio realmente parasitario es durante la fase adulta. También funcionan como vectores transmisores de endoparásitos. A pesar de que la especie más común registrada en nuestros animales de compañía sea Ctenocephalides felis, las pulgas poseen baja especificidad, pudiendo alimentarse de diferentes hospedadores. En animales alérgicos, la sintomatología pasará de un leve prurito ocasional a la aparición de prurito intenso persistente, acompañado de pápulas/máculas eritematosas con formación de costras y alopecias localizadas. En animales muy jóvenes, sénior/geriátricos o debilitados es frecuente la aparición de anemia asociada a infestaciones masivas.

Tratamiento y prevención

En el tratamiento de las infestaciones por pulgas, el formato de elección suele ser el denominado spot-on o pipeta. Existen también los mismos principios activos en formato comprimido masticable o collar antiparasitario. Dichas pipetas se aplican entre el pelo del animal, directamente sobre su piel, y el principio activo es absorbido a través de la misma.

Los principios activos más comunes en el tratamiento y prevención de estas infestaciones son:

  • Imidacloprid (10-25 mg/kg) y selamectina (6-12 mg/kg en perros; 6-17 mg/kg en gatos); de aplicación mensual. Actúan sobre el sistema nervioso central de la pulga adulta, causándole parálisis y finalmente la muerte. No eliminan huevos, larvas, ni pupas.
  • Fipronilo (6,7-13,3 mg/kg en perros; ≤50 mg/kg en gatos); de aplicación mensual. Actúa sobre el sistema nervioso de la pulga provocándole la muerte. No elimina huevos, larvas, ni pupas.
  • Metopreno (6-40 mg/kg en perros; 5-20 mg/kg en gatos); de aplicación mensual. Actúa sobre las larvas de pulga, bloqueando su maduración de forma que no llegan a la fase adulta (parasitaria).

Garrapatas

Las garrapatas son parásitos hematófagos con capacidad parasitaria en todos sus estadios. También funcionan como vectores transmisores de endoparásitos. Un mismo hospedador puede verse afectado por infestaciones de diferentes tipos de garrapatas, en función de las condiciones ambientales del lugar que habita, y de su ubicación geográfica. Su localización en el cuerpo del animal parasitado es variada. Muestran preferencia por la zona ventral, así como en regiones de piel fina como las axilas o las orejas, entre otras. En estos pacientes podremos apreciar reacción inflamatoria en el lugar de la picadura, de intensidad variable, así como costras una vez la garrapata se ha desprendido, e incluso alopecias localizadas en la zona afectada. En infestaciones masivas es frecuente la existencia de anemia asociada a la pérdida de sangre.

Tratamiento y prevención

En el tratamiento de las infestaciones por garrapatas el formato de elección suele ser el mismo que para las pulgas, spot-on o pipeta.

Los principios activos más comunes en el tratamiento y prevención de estas infestaciones son:

  • Fipronilo (6,7-13,3 mg/kg en perros; ≤50 mg/kg en gatos); de aplicación mensual. Actúa sobre el sistema nervioso de la garrapata, provocándole convulsiones y posteriormente la muerte.
  • Imidacloprid (10-25 mg/kg); de aplicación mensual. Actúa bloqueando el impulso nervioso, ocasionando la muerte de la garrapata de forma inmediata.
  • Fluralaner (25-56 mg/kg en perros; 40-94 mg/kg en gatos); de aplicación trimestral. Actúa inhibiendo el sistema nervioso de la garrapata adulta, provocándole la muerte.
  • Sarolaner (2-4 mg/kg en perros); de aplicación mensual. Actúa causando una actividad neuromuscular no controlada en la garrapata, provocándole la muerte. También es efectivo contra pulgas. No se utiliza en gatos.

Tratamiento y prevención de las parasitosis internas más frecuentes

Tanto los cachorros como los gatitos constituyen reservorios de gran cantidad de parásitos internos, muchos de ellos con capacidad zoonótica, que liberan al medio en el que convivimos a través de sus excreciones; en gran medida, con sus heces. El control de las infestaciones por endoparásitos es de vital importancia, no solo por el daño que estos ocasionan a sus hospedadores, sino también por el riesgo que comporta su presencia en el ambiente a nivel socio-sanitario y para las personas con las que estos animales conviven en su día a día. Comúnmente, los endoparásitos más frecuentes hallados en nuestros cachorros pertenecen al grupo de los nematodos (gusanos planos) y cestodos (gusanos redondos).

Nematodos

Toxocara spp.

Es frecuente que los cachorros se infesten con Toxocara spp., vía placentaria o vía lactogénica, y no muestren signos de enfermedad. El examen coprológico es la opción clínica para probar el diagnóstico. Una desparasitación temprana suele ser el tratamiento de elección, comenzando la pauta con antihelmínticos en el cachorro a las dos semanas de vida y repitiendo cada quince días hasta pasadas dos semana  después del destete. En el gatito se comienza a las tres semanas de vida y se repite también cada quince días hasta pasadas dos semanas después del destete. El tratamiento antihelmíntico de elección será fenbendazol, en dosis de 50 mg/kg, una vez al día durante al menos tres días. También resulta eficaz el tratamiento con milbemicina, en dosis de 0,5 mg/kg en perros y 2-4 mg/kg en gatos, y con selamectina en dosis de 6 mg/kg.

Cestodos

Taenia spp.

Los pacientes parasitados por este endoparásito no suelen mostrar signos clínicos al respecto, aunque la eliminación de los segmentos maduros de la tenia a través del ano provoca irritación y molestia en la zona.
El tratamiento de elección también será fenbendazol. Asimismo, podrá emplearse prazicuantel en dosis de 5 mg/kg.

Protozoos intestinales

Giardia

Los cachorros y gatitos parasitados por Giardia intestinalis presentarán frecuentemente cuadros de apatía, anorexia/hiporexia, vómitos, diarreas mucosas intermitentes, e incluso diarreas persistentes con presencia de esteatorrea. El tratamiento de elección también será fenbendazol, una vez al día durante cinco días. Puede ampliarse el tiempo de tratamiento mientras el paciente continúe mostrando signos clínicos y/o excretando quistes de Giardia. El metronidazol también ha demostrado eficacia en el tratamiento de la giardiosis, en dosis de 25 mg/kg cada 12 horas durante 5 días, pero su uso no está registrado específicamente para tal fin.

Toxoplasma gondii

El gato (junto con otros felinos) es el único hospedador definitivo de este endoparásito. Los gatos adultos raramente presentan signos clínicos, pero los gatitos infectados durante la gestación suelen presentar signos de infección tras el nacimiento, los cuales son, generalmente, letales. Los pacientes infectados por Toxoplasma presentarán cuadros de disnea, anorexia, fiebre y dolor abdominal, acompañados de lesiones oculares e, incluso, en algunos casos, manifestaciones neurológicas. El tratamiento en perros puede llevarse a cabo con trimetoprim/sulfamidas.

Plan de desparasitación en el cachorro

En el momento de trazar un plan de desparasitación para un cachorro debemos tener en cuenta en primera instancia que este debe ser individualizado. Numerosos factores de diversa índole influyen activamente en que nuestros pacientes tengan más o menos probabilidades de sufrir una infestación por parásitos, tanto externos como internos. Es por ello que no podemos establecer una pauta de desparasitación estándar, sino que esta debe ser adaptada y flexible.

Factores determinantes

  • El entorno en el que vive el cachorro.
  • La estacionalidad y climatología.
  • Si va a tener o no acceso al exterior.
  • Si vive exclusivamente con sus cuidadores o tiene contacto con otros animales –convivientes en el hogar o no.
  • Su procedencia e historia previa de parasitosis.
  • Su edad y etapa de la vida en la que se encuentra.
  • Su estado de salud y estado reproductivo.
  • El tipo de nutrición sobre el cual se basa su dieta.
  • La posibilidad de entrar en contacto con fuentes potencialmente transmisoras de ectoparásitos o endoparásitos (heces de otros animales, ingestión de carne cruda o exposición a vectores transmisores, entre otros).
  • Si va a viajar con sus cuidadores, tanto dentro del mismo país como al extranjero.

Todos estos son los principales factores que debemos tener en cuenta a la hora de establecer un programa individualizado de desparasitación, minimizando así el riesgo de sufrir infestaciones masivas que dañarían gravemente su salud.

Extraído de Silvia González Fernández, Medicina preventiva: importancia de la desparasitación en cachorros y gatitos. Ateuves 97, págs. 8-12.

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