Nadie se fija cuando un minino araña el tronco de los árboles de un jardín. Pero cuando el objeto del marcaje en gatos es la tapicería del sofá nuevo, aparece el drama. El propósito que persigue un animal con este tipo de comportamiento, al contrario de lo que opinan sus dueños, no es “vengarse” ni “fastidiar”, sino dejar el olor de las glándulas presentes entre sus dedos. De hecho, los gatos desuñados continúan haciéndolo.

Y qué decir cuando el joven macho llega a la pubertad y comienza a marcar con chorritos de orina de intenso olor. El ejemplo anterior nos vale: en un solar o un jardín, ni se nota. En las cortinas de casa o en los faldones de la cama, ese “aroma” persistente va a resultar muy desagradable.

En cambio, el marcaje favorito de los gatos, el que realizan cuando frotan su cabeza contra nuestras piernas o su cuerpo con las esquinas, a nadie le molesta. Es más, a muchos les resulta sumamente agradable al asimilarlo como lo que no es, como una caricia cariñosa, cuando su propósito es el de intercambiar sus feromonas, dejando constancia de que aquel territorio es suyo y de que sus dueños son sus amigos.

Qué aconsejarle al dueño para evitar el marcaje en gatos

Lo primero que podemos comentar a los atribulados propietarios es que disponen de cinco recursos para controlar esas conductas molestas de sus animales de compañía.

Evitar el estrés

Los gatos tienen una gran facilidad para estresarse. Cualquier cambio a su alrededor que desestabilice ese orden tan necesario para ellos puede producirles como mínimo miedo y estrés. Esto les hace reaccionar marcando mucho más todavía. Cuando esto sucede, la reacción habitual de sus dueños es regañarles o incluso, lo que es aún peor, castigarles, con lo que sólo aumentan su angustia.

Las causas que originan el estrés pueden ser numerosas: desde cambios en la casa (reformas, pinturas, mudanzas) a la presencia de nuevos “compañeros de piso”, personas o animales, incluidos otros gatos. Ante cualquiera de estas novedades, los felinos van a reaccionar aumentando la frecuencia de sus frotamientos o haciendo sus necesidades fuera de la bandeja de arena.

Podemos facilitarles escondrijos (una simple caja de cartón basta) donde puedan refugiarse y sentirse más seguros. Y debemos insistir a nuestros clientes en la necesidad de tener mucha paciencia y tacto.

La esterilización o castración reduce en más de un 90% el marcaje en gatos con orina, y en un 70% los problemas de agresividad.

Utilizar feromonas

Las feromonas u “hormonas sociales” están presentes en las secreciones de los felinos. Les ayudan a reconocer como propio, amigable y seguro su territorio. Hoy día existen en el comercio feromonas sintéticas tanto en aerosol como en difusor. Aplicadas en casa de la manera correcta, hacen que los gatos se sientan mucho mejor y, por tanto, se reduzcan el marcaje en gatos.

Cómo evitar el marcaje felino - rascador

Una sencilla forma de evitar el marcaje con las garras es la utilización de rascadores. (Foto: Melissa Wiese – CC BY 2.0)

Educar al gato

¿Puede educarse a un gato? Ésta es la pregunta del millón. Se puede, pero no como a los perros. Ya hemos comentado que regañarles o castigarles está totalmente contraindicado. Una sencilla forma de evitar el marcaje con las garras es la utilización de rascadores, cerca de su lugar de descanso. Si les acostumbramos desde pequeños no utilizarán otra cosa, y dejarán en paz los muebles. Y si el gato ya es adulto, podemos “convencerle” frotando los rascadores con catnip (la Nepeta cataria o hierba gatera), que podemos encontrar en el comercio, o con valeriana, que les atrae fuertemente y les estimula para que dirijan sus garras hacia el rascador.

Si combinamos el rascador y el catnip con medidas disuasorias no estresantes, tales como cubrir de plástico temporalmente los muebles que queramos proteger, o pequeñas pulverizaciones con una pistola de agua cuando se afilan las uñas en los sitios donde no queremos que lo hagan, en muy pocos días podemos conseguir que dejen en paz las tapicerías.

Esterilizar

La esterilización o castración (extirpación de las glándulas sexuales y por tanto de las hormonas causantes de la conducta sexual) es eficaz a cualquier edad. Esta técnica reduce en más de un 90% el marcaje con orina, y en un 70% los problemas de agresividad.

La castración tiene mala fama entre los propietarios noveles. Nos toca a nosotros explicarles que, bien realizada, es una operación carente de riesgos, y que no sólo va a evitar problemas de conducta tales como el marcaje, sino que con ella vamos a prevenir el nacimiento de camadas indeseadas, los accidentes a que se exponen los gatos que salen a la calle buscando “juerga”, y además la aparición de enfermedades relacionadas con los órganos genitales, como infecciones y tumores.

Tener en cuenta otras causas patológicas del marcaje en gatos

En algunos gatos con especial facilidad para estresarse y marcar, o en situaciones complicadas (casas con varios gatos que conviven con relaciones conflictivas entre ellos) el uso temporal de psicotropos ayuda a minimizar el estrés y los problemas.

En muchos casos hay que tener presente que los problemas de marcaje pueden tener un origen orgánico. Por ejemplo: un gato que orine fuera de su bandeja tal vez no presente un problema de conducta, sino que puede padecer cistitis, y relacionar el dolor de la micción con el recipiente, con lo que demuestra aversión a la bandeja. En otros, como los gatos muy mayores, un dolor en la columna producido por una artrosis puede dificultarles la defecación con lo que, o bien se estriñen o defecan en cualquier lugar.

Ante un problema de marcaje, es necesario asegurarse de que el origen no es una enfermedad orgánica como cistitis, diabetes, quistes en ovarios, problemas del tiroides, etc.