Niños y zoonosis guardan una especial y peligrosa relación. Las zoonosis son todas aquellas enfermedades o infecciones que se dan entre los animales y que son transmisibles a las personas. Si bien todos los propietarios de animales de compañía son susceptibles de padecer alguna zoonosis, los niños son un grupo especialmente sensible, sobre todo los menores de cinco años. Esto es debido a que a menudo tocan superficies u objetos que pueden estar contaminados con heces de animales y después se llevan las manos a la boca (y no suelen lavarse las manos tan bien como otras personas).
La mayoría de los niños tiene además la tendencia de tocar, besar y abrazar a los animales, creándose así situaciones de riesgo. También puede suceder que objetos como chupetes puedan caer en superficies sucias y colocarlos en la boca de los niños sin lavarlos antes.
Así mismo, hay que tener mucho cuidado con las mordeduras y arañazos ya que normalmente las personas que los sufren suelen ser los propietarios o familiares y los más afectados pueden ser los niños. Las heridas producidas de este modo pueden introducir bacterias o bien infectarse, por lo que es esencial no permitir que el niño se encargue por completo del cuidado de la mascota y que siempre lo haga bajo la supervisión de un adulto.
En definitiva, las posibilidades de transmisión de zoonosis son muchas, como muchos son los agentes causantes de éstas.
Tradicionalmente parásitos como Toxocara o Giardia están en los primeros puestos de la lista de enfermedades transmitidas por animales a los niños, sin embargo no son las únicas. La salmonelosis, transmitida entre otros por los reptiles (portadores habituales de Salmonella), la dermatofitosis (comúnmente llamada tiña) o la toxoplasmosis, deben ser también tenidas en cuenta.
No podemos olvidar tampoco aquellas enfermedades transmitidas por pulgas o garrapatas como la enfermedad de Lyme. La desparasitación externa del animal y el tratamiento del medio una vez se haya detectado la presencia de estos vectores reduce considerablemente la probabilidad de transmisión.
Aunque en algunas ocasiones las mascotas pueden ser portadoras de una enfermedad transmisible y no desarrollar síntomas manifiestos, es fundamental que se lleven al veterinario periódicamente. No sólo se debe cuidar la salud del animal por él mismo, sino también por el bienestar de los niños que vivan con él.
Consejos para proteger a los niños de las zoonosis
Según los centros para el control y prevención de enfermedades (CDC) de Estados Unidos, éstos son algunos consejos que se deben seguir para prevenir la transmisión de zoonosis a los niños:
1Los niños menores de cinco años deberían ser supervisados cuando interaccionan con animales. 2No se les debe permitir besar a los animales o poner sus manos u objetos en la boca tras tocar a la mascota. 3Evitar en lo posible que el animal lama la cara del niño. 4Mantener ambientes potencialmente contaminados, como las bandejas de arena para gatos, lejos de los niños. 5Las manos de los niños deben lavarse a conciencia con agua y jabón después de tocar a los animales. 6La madre debe lavarse bien las manos antes de dar el pecho o preparar el biberón para el bebé. 7Las mascotas deben ser llevadas al veterinario regularmente para detectar a tiempo posibles enfermedades transmisibles.Extraído de: Carolina Rodríguez. Niños y zoonosis. Ateuves nº 24, pp. 36-37
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