Los lagomorfos son mascotas habituales en los hogares españoles. Por ello, es esencial conocer los principales problemas dentales del conejo, así como otras patologías que puedan afectarles.

Gran parte de las posibles patologías que puede sufrir un conejo tienen su origen o repercuten de forma secundaria en el aparato digestivo, debido a sus peculiaridades y a su elevado nivel de especialización. Vamos a ver a continuación algunos problemas dentales.

Los conejos poseen una dentadura con características muy particulares. Por una parte su crecimiento es continuo a lo largo de la vida del animal (la raíz dental es abierta) y por otro, cuenta con importantes y voluminosas coronas molares y premolares.

Fórmula dentaria del conejo

La fórmula dental del conejo es la siguiente: I2/1 C 0/0 P3/2 M 3/3. En la práctica, podemos diferenciar dos tipos de dientes: los incisivos y los dietes de carrillo o cheek teeth (premolares y molares). Los primeros no suelen provocar alteraciones tan graves como los segundos debido a su fácil acceso y, en caso necesario, extracción. Sin embargo, los premolares y molares dan lugar a patologías más graves así como a infecciones secundarias que empeoran considerablemente el pronóstico debido a su difícil acceso y extracción.

Maloclusión, uno de los problemas dentales del conejo

Uno de los problemas dentales del conejo más habituales es la maloclusión. Las causas que pueden provocar esta anomalía de las piezas dentarias en lagomorfos son:

Principalmente dietas deficientes en heno. Esto impide un correcto desgaste de las piezas dentales que acaban por provocar sobrecrecimientos que, a su vez, terminarán provocando heridas y ulceraciones en la cavidad oral del animal.
Traumatismos. Una fractura o luxación de la mandíbula o maxila puede provocar un desajuste en la alineación de los dientes impidiendo su correcto desgaste.
Neoplasias. Cualquier proceso tumoral en la zona puede causar una maloclusión y un incorrecto cierre de las arcadas maxilar y mandibular.
Infecciones. Aunque suelen ser secundarias a un sobrecrecimiento de las raíces dentarias, en algunos casos de infección primaria pueden producirse alteraciones que desencadenen un crecimiento anormal de los dientes.
Predisposición genética. La enfermedad dental en los conejos puede ser de origen genético al existir una anomalía en la conformación de las arcadas superior e inferior como, por ejemplo, en animales prognatos. En estos casos, la enfermedad dental es congénita y se suele detectar a los pocos meses de edad.
Los animales con enfermedades sistémicas o ceguera son más susceptibles a padecer esta enfermedad dental adquirida, desencadenada por una alteración a la hora de alimentarse.

Síntomas de maloclusión en lagomorfos

Los signos clínicos de esta enfermedad están relacionados con la disminución en el consumo de alimento normalmente debido al dolor que experimentan al realizar los movimientos de masticación. Encontramos animales con anorexia, disfagia, hipersalivación, emaciación, disminución de peso y cambios en la apariencia y cantidad de las heces.

Por otro lado, si aparece una infección bacteriana que produce un absceso, la localización de dicha estructura determinará los signos clínicos: en el caso de los maxilares aparecen masas faciales o retrobulbares (caudales al globo ocular) que pueden desencadenar una exoftalmia (protrusión hacia el exterior del globo ocular) o descargas nasales mucopurulentas; o, en el caso de las mandibulares, abscesos en las ramas de la mandíbula o el mentón.

Extraído de: Beatriz Teso Sánchez y Sergio Barbero Rodríguez, Patologías gastrointestinales en lagomorfos, Ateuves 48, pp. 28-34.