Tanto durante la lactación como tras el destete, la alimentación de los cachorros es fundamental para que tengan un óptimo desarrollo.
Los perros, como mamíferos que son, desarrollan en sus primeras semanas de vida el vínculo de la lactación, que los une con su madre y que, además de alimentarlos y reforzar su sistema inmunitario, les enseña a crecer y a alimentarse hasta que son capaces de hacerlo por ellos mismos. Es en este momento, en el destete, cuando nosotros intervenimos, porque seremos los responsables de proporcionar a esos cachorros una alimentación adecuada que les haga crecer de forma sana, equilibrada y completa.
Lactación
La lactación es todo el periodo que transcurre desde que la madre empieza a amamantar a sus cachorros tras el parto, hasta que los pequeños son capaces de alimentarse por sí mismos.
Este periodo de lactación, en el caso de los cachorros, cumple dos funciones muy importantes:
- La primera y principal, es la función nutricional, porque a través de la leche adquieren todos los nutrientes que necesitan para su crecimiento y desarrollo.
- La segunda y no menos importante, es la función inmunológica. Esta se realiza a través del calostro. A diferencia de otros mamíferos, los cachorros nacen con un sistema inmunitario inmaduro, es decir, no es capaz de producir los anticuerpos necesarios para combatir las agresiones de microorganismos patógenos y, por ello, son las madres a través de este calostro las que les proporcionan lo que llamamos “inmunidad pasiva” durante las primeras 24-48 horas de vida, con la que transfieren los anticuerpos necesarios para que estén protegidos.
Alimentación artificial
En ocasiones, se presenta en la clínica un gran problema cuando acuden clientes con cachorros de pocos días o incluso horas. Normalmente esto sucede con cachorros que han sido abandonados por sus propietarios, rechazados por sus madres o con cachorros de camadas muy grandes, que han tenido un acceso restringido a las mamas y están comiendo poco. En estos casos, debemos preocuparnos no solo por la nutrición, sino por la inmunidad de estos pequeños.
En el caso de los perros, no existe un buen calostro comercial de reemplazo, por lo que la única manera real de hacerlo, sería coger una perrita que acabase de parir, y extraer calostro en las primeras 24 horas tras su parto (este calostro se podría congelar y cumpliría así su función).
Los calostros artificiales comercializados para perros suelen estar fabricados a partir de calostros de bovino. Este calostro proporciona una buena inmunidad a nivel local, pero no protege a los cachorros frente a enfermedades específicas de los cánidos como por ejemplo la parvovirosis.
En cualquier caso, debemos tener claro que una vez pasadas las primeras 24 horas tras el nacimiento, ya no es útil este calostro. Este es el momento en el que deberemos instar a los propietarios a que empiecen a dar las leches maternizadas de sustitución.
Cuando los propietarios nos preguntan qué tipo de leche deben dar a sus cachorros, este debe ser nuestro argumento científico para que entiendan que un cachorro no se debe alimentar con leche de vaca: porque la composición y los requerimientos de nutrientes no son los mismos (ver tabla).
Respecto al tipo de alimento, lo ideal es utilizar leche en polvo por varias razones:
- Es fácil de dosificar.
- Es un alimento completo y equilibrado.
- La falta de humedad hace que no se estropee por contaminación bacteriana con tanta facilidad como la leche líquida.
De forma natural, un cachorro que está con su madre ingiere leche más de 20 veces al día, sobre todo las primeras semanas. Alimentarlo de manera artificial es muy complicado, pero hay que indicar a los propietarios que tienen que dar alimento como mucho cada 3 horas y a un ritmo regular.
Extraído de Ana Martínez Montes, Alimentación de los cachorros en las primeras edades, Ateuves 84, págs. 20-23.
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