Los conejos son animales que necesitan muchos cuidados para mantenerse en buenas condiciones. Pueden vivir en el exterior siempre que se cumplan unos requisitos mínimos.
Al aire libre
Los conejos también pueden vivir en recintos al aire libre, pero como todo, esto conlleva una serie de ventajas e inconvenientes. La principal ventaja es la cantidad de espacio que tienen para realizar distintas actividades como excavar o saltar. Sin embargo, hay que vigilar que sea un espacio libre de depredadores para que el animal se encuentre relajado y no en continua alerta; también es importante asegurarse de que estén caminando en suelos libres de herbicidas y pesticidas. No debemos dejar salir a los conejos en casos de temperaturas extremas, tanto frías como calurosas; además, siempre van a estar expuestos a ataques de distintos insectos como mosquitos, moscas, pulgas, etc. Ante una exposición a insectos (tanto en el interior de la casa como en el exterior) deben examinarse al menos dos veces al día, para revisar el pelo y la piel ya que cabe la posibilidad de que se hayan infestado. En áreas donde los insectos suponen un problema, sería conveniente poner mosquiteras para evitar su entrada en la casa. Usar Citronella como insecticida puede ser útil (no se recomienda el uso dentro de casa porque puede resultar tóxica para la mascota).
De viaje
Cualquier cambio en el hábitat puede producirles estrés. Como solución a esto, lo recomendable sería llevar al conejo en la misma jaula que utiliza normalmente, y ponerle comida y bebida (hay que tener especial cuidado con los bebederos ya que si se trata de un camino con muchas curvas pueden llegar a empapar al animal). Aun así, lo más probable es que durante el trayecto no coman ni beban.
Durante el viaje hay que vigilar las corrientes de aire y la exposición directa a la luz del sol. Además, debemos evitar que la jaula o el transportín vaya en una posición inclinada ya que puede producir mareos y aumentar el estrés. En caso de utilizar transportines, estos no deben ser demasiado grandes (lo que facilitaría el balanceo), y es importante que antes de realizar el viaje, el conejo se haya adaptado a él, de este modo lo identificará como propio y no le producirá tanto estrés entrar en él.
¡Todo les causa estrés!
Pues sí, son animales que necesitan muchos más cuidados de los que pensamos. Incluso a la hora de oír, son animales con muy buena capacidad auditiva y pueden percibir sonidos muy bajos; por ello, es aconsejable hablarles siempre en un tono de voz bajo y tranquilo. En fin, debido a su carácter nervioso, cualquier ruido fuerte puede alterarles.
Finalmente, hay que decir que a la hora de tener una mascota, un conejo no debería ser la primera opción sin saber previamente todos los cuidados que necesita. Todo ello dependerá de si los posibles propietarios pueden y están dispuestos a ofrecérselos.
Cuidado con los paseos
Salir a pasear puede ser algo nuevo para ellos. Debemos tener en cuenta que son animales muy asustadizos y que hasta el conejo más confiado puede vivir una situación de pánico tras colocarle un arnés/correa por primera vez, por estar al aire libre, por si se le aproxima un animal desconocido. Para hacer frente a esto, lo mejor es empezar sacando al conejo de vez en cuando y en un recinto donde esté solo, e ir aumentando la frecuencia y la duración de las salidas de forma progresiva, para que se vaya acostumbrando a esta actividad.
Extraído de Paula Rodríguez Villamayor, Alba Nadal Grau y Mónica López Echevarría, Necesidades básicas del conejo doméstico, Ateuves 64, pag. 30-32.
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